Comunicación de crisis

Anticiparse es ser estratégico. Reaccionar rápida y eficazmente es táctico.

Ambas cosas son fundamentales a la hora de abordar una crisis reputacional, algo que puede sucederle a cualquier compañía, cuente o no con una buena dirección de comunicación.

Como expertos en comunicación de crisis aportamos la visión estratégica necesaria para anticipar riesgos, escenarios, públicos, medios, redes y mensajes, y contamos con la capacidad táctica para abordar cualquier imprevisto desde la experiencia, el dominio de las herramientas y las capacidades extraordinarias de un equipo experimentado, compenetrado y multidisciplinar.

Hacemos equipo con el cliente en los momentos más delicados en los que parece que nadie quiere serlo.

Tanto si se decide incorporar la comunicación de crisis a la comunicación corporativa, como si se decide que una crisis es el momento de abordar por fin de forma estratégica los mensajes, trabajamos junto al cliente en la elaboración de un plan para abordar los riesgos que pueden dañar la reputación y credibilidad de la compañía y volcarlos en un manual de comunicación de crisis.

Para cada uno de ellos, estudiamos y definimos distintos escenarios posibles y su repercusión mediática, social y reputacional.

Y, para cada escenario, elaboramos las estrategias adecuadas y los mensajes que esperan los diferentes públicos: periodistas, inversores, trabajadores, proveedores…

Ayudamos a nuestros clientes a mapear el sentimiento hacia sus empresas entre todos aquellos grupos de interés que puedan involucrarse o influir en la situación de crisis, y trabajamos para que la información llegue con rapidez, transparencia y exactitud a todos los que la necesiten.

La comunicación de crisis se trabaja en ‘tiempo de paz’. Con anticipación, se pueden generar los recursos, los reflejos y la pericia necesarios para atajar situaciones en las que es necesario actuar con rapidez, pero con calma, empatía y credibilidad para evitar daños irreversibles.

Entrenamiento y una comunicación eficaz con los medios y demás grupos de interés son fundamentales para que los canales estén abiertos en un momento difícil.

Pero, además, sabemos que un buen portavoz es clave en momentos críticos porque es la imagen de la compañía en plena crisis y es fundamental preparar bien todo el trabajo para trasladar con precisión los mensajes necesarios para dimensionar correctamente la situación e informar sobre las medidas tomadas y su alcance, y ponerse a disposición de quienes necesiten más información, sean medios, instituciones, autoridades, inversores, trabajadores (comunicación interna) o clientes.

Para ser buen portavoz se necesita asertividad, transparencia y empatía. Son cualidades que ayudamos a potenciar mediante la formación de portavoces, en cursos con profesionales expertos en distintos aspectos de la comunicación que enseñan, entre otras habilidades, a afrontar con éxito una comparecencia ante los medios de comunicación, una entrevista, un off the record o un mensaje a los públicos de tu compañía a través de las redes sociales.

Pero en los tiempos de la comunicación líquida, toda la organización comunica. Por eso proponemos simulacros regulares en los que entrenar a toda la compañía en sus habilidades para comunicar, responder a los imprevistos y generar aprendizajes.

Las crisis no se pueden evitar, pero sí se pueden gestionar para que su resolución sea un éxito, al tiempo que generar conocimiento a partir de la experiencia.
Para ello, también ayudamos a las empresas a escuchar en momentos críticos y a testar la conversación, especialmente en redes sociales – Twitter, LinkedIn, Facebook…-

Acompañamos durante las distintas fases de la crisis: auditoría de riesgos, preparación, fase aguda, desarrollo, resolución y prevención. Con ello pretendemos que no solo supere con éxito cualquier crisis, sino que cada paso contribuya a mejorar las compañías, su reputación y las relaciones con los distintos públicos. Trabajamos sobre manuales de crisis que diseñamos según las diferentes tipologías de empresas y sus filosofías.

Profesionales con mucho sentido común, mucha mano izquierda y mucha paciencia

Carlos HernanzEl Confidencial - Adjunto al director

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