Alcanzar el éxito en campañas con influencers no es una cuestión baladí. A estas alturas de la película todos sabemos qué es un influencer y cómo su papel de ‘altavoz’ resulta determinante para según qué acciones de comunicación.
Hace tiempo que nuestra forma de entender la comunicación dio un giro de 180 grados. Internet y el social media han servido de trampolín para un nuevo grupo de actores: los influencers. Su capacidad de formar parte de las opiniones y decisiones de compra de los consumidores puso encima de la mesa la importancia de ‘dirigir nuestra comunicación a influencers’, como apuntaba nuestra compañera @CristinaRubioBo en este mismo blog.
Sin embargo, nadie dijo que fuera fácil seleccionar al candidato idóneo para transmitir nuestro mensaje. Es imprescindible que tenga objetivos e intereses comunes con nosotros y que crea en nuestro producto o servicio. No olvidemos que el influencer es, ante todo, una persona y como tal, conocer sus intereses será un aspecto clave para el éxito de cualquier campaña.
El trabajo con los influencers requiere de mucho tiempo y dedicación. Pero ¿cómo podemos conseguir una campaña exitosa?
Según recoge ADECEC en su guía “Trabajar con influencers. Fórmulas para una relación eficaz”, en la que desde Silvia Albert in company tuvimos la suerte de participar junto con otras 11 de las 30 agencias asociadas, la clave del éxito estará en que seamos capaces de aportar contenidos de calidad ajustados a los mensajes de la marca.
Otro de los aspectos en los que hace hincapié este documento es la importancia de establecer relaciones win win entre agencia e influencer. En este sentido cabe destacar la importancia de conocer en profundidad a cada influencer para que la relación y posterior selección de campañas y contenidos resulte más fácil y efectiva.
¿Cómo podemos medir el éxito de nuestras campañas con influencers?
La realidad es que, a día de hoy, por desgracia, no contamos con ningún sistema para medir el ROI de nuestras campañas con influencers. La forma más eficaz es la de establecer un conjunto de parámetros de medición definidos en función de las particularidades de cada ‘influenciador’. El análisis de los datos a lo largo de todo el proceso (antes, durante y después) será un aspecto fundamental para mejorar nuestras estrategias.
Para terminar, quiero compartir con vosotros algunos puntos de la lista de buenas y malas prácticas con influencers, fruto del consenso entre las agencias que participamos en la elaboración de la guía citada anteriormente:
Buenas prácticas con influencers
- Investigar previamente al influencer para conocer su perfil y sus intereses, así como analizar si realmente marca e influencer encajan.
- Estudiar en profundidad el tipo de contenido y de publicaciones del influencer.
- Establecer con ellos relaciones previas de calidad. Buscar siempre un win-win para ambas partes generando relaciones provechosas para todos los actores.
- Tratarles siempre de forma personalizada.
- Intentar pasar siempre con los influencers por todas las fases. De esta forma tendremos tanto apariciones pagadas como ganadas.
- Proponerles contenidos que tengan sentido y cabida en la propia marca personal del influencer.
- Adaptar la información al canal.
- Darle al influencer la oportunidad de vivir y disfrutar la marca en primera persona para que se sienta identificado y representado por ella.
- Precisar desde el primer momento cómo va a ser la colaboración. La transparencia en la relación con el influencer es fundamental.
- Considerar las plataformas de los influencers como medios y entender que en ocasiones será necesaria una fórmula de pago.
- Cuando se firme un contrato de colaboración hay que especificar qué se pretende y cuáles son los KPI’s.
Malas prácticas con influencers
- Enviar información y productos que no tienen espacio en la línea editorial y la marca personal del influencer.
- Forzar que el influencer haga cosas con las que no se siente identificado o que no hace voluntariamente.
- Ser insistente para que publiquen.
- Hacer envíos poco cuidados de productos.
- Exigirles que plasmen en sus plataformas el texto íntegro enviado desde la agencia.
- Enviar la misma información a videobloggers, instagramers o bloggers y no adaptar la información a las características de cada canal.
- Dedicar poco tiempo a mantener y cuidar la relación con el influencer.