Silvia volvía ayer de vacaciones con muchas historias que contar y una recomendación: “No dejéis de leer la entrevista que publica hoy Jot Down de Ramón Lobo a David Remnick, director de The New Yorker”. La jefa manda, nosotras obedecemos 😉
Y más cuando se trata de algo tan jugoso. Desde luego, una entrevista que todos deberíamos leer, como un pequeño bálsamo entre tanto mensaje apocalíptico del “fin del periodismo de calidad” y la “muerte de la profesión”. Ya en el primer párrafo leo Facts checker… y me suena a héroe de guerra.
“El periodismo es una actividad humana muy antigua y esencial. Sin él estamos perdidos, realmente perdidos. (…) ¿Por qué? Porque sin periodismo no hay presión sobre el poder(…). Creo que eso es lo que se exige, lo que se nos exige a nosotros, los periodistas” defiende Remnick en el texto.
La historia de la revista nace, cómo no, de un ‘visionario’ de la época, Harold Ross, que tuvo la excelente idea de mezclar periodismo, humor, y la sofisticación neoyorkina de los años 20 en un nuevo tipo de revista. Sus páginas fueron las primeras en publicar “A Sangre Fría”, de Truman Capote. W.H. Auden, Vladimir Nabokov, J.D. Salinger, Woody Allen… todos han escrito en sus páginas. The New Yorker ha marcado estilo en todo el mundo, y que casi 90 años después se mantiene como baluarte de periodismo de calidad, riguroso, crítico e independiente.
Creo que conviene, por lo tanto, tener en cuenta las opiniones de su actual director:
“No es solo una crisis. El gran cambio por el que estamos pasando es también una buena oportunidad” – Desde este blog lo hemos defendido muchas veces; ante un cambio, hay dos opciones: quedarse parado, y que la realidad te adelante, o moverse y adelantarse a ella.
“En el periodismo anterior a la era internet también había basura” – Efectivamente, el periodismo basura no nació ayer. Ahora es más abundante, más inmediato, más omnipresente… pero no necesariamente peor.
“La idea es insistir constantemente en la búsqueda de la calidad y en hacer las cosas cada vez mejor, algo que por otra parte es muy caro. Y esperar y rezar por que la gente pague por ello. Y lo hacen.” – Cada vez hay más ejemplos de ello. Los muros de pago, los contenidos sólo para suscriptores, son lo que están haciendo sobrevivir a muchos de los grandes medios, y los que permiten nacer a los recién llegados. Y, como dice Remnick, la única manera de fidelizar a la audiencia es ofrecerle algo por lo que merezca la pena pagar:
“Mi conclusión es que si eres bueno, si te conviertes en imprescindible para tus lectores, entonces nada impedirá que triunfes.” – Un medio no debe dar a su audiencia por ganada, nunca. Como en una pareja, la relación debe cuidarse día a día, y los lectores ‘de siempre’ son los más exigentes con la calidad.