Hace un par de días mi compañera Agustina Barbaresi escribía un excelente artículo hablando sobre los medios digitales de pago, afirmando que uno de lo requisitos para que esta modalidad sea viable es que, por encima de todo, debe haber contenidos de calidad y crear permanentemente valor añadido para el suscriptor.
En un contexto en donde el consumo de medios se hace cada vez más desde dispositivos móviles –smartphones y tablets–, parece que la prensa digital está descuidando la experiencia de usuario, que en mi opinión, se ha vuelto muy negativa cuando navegamos por sitios webs de medios de comunicación.
No se puede negar que las inserciones publicitarias son necesarias para su viabilidad, pero una cosa es esa, y otra muy diferente es que al entrar en la home de un medio digital nos invadan banners gigantes, instersticials u otros tipos de publicidad en donde encontrar la «x» para poder cerrarlos se vuelve un ejercicio acompañado de complicados malabarismos, en el que muchas veces erramos y acabamos tragándonos un anuncio que, todo sea dicho, la mayoría de las veces no nos interesa en absoluto.
Si eres consumidor habitual de medios de comunicación en el ámbito digital, seguramente te pasa esto casi a diario: estás repasando tu muro de Facebook o timeline de Twitter en tu pc o en el móvil, ves una noticia de un medio que te interesa, accedes haciendo click, y de repente te encuentras con un display gigante –muchas veces con un diseño más que discutible– que en muchas ocasiones provoca dificultades en la accesibilidad y hace que te cabrees y no accedas a la noticia. No se trata de algo exclusivo de los medios digitales, ni mucho menos. En televisión se hace muchas veces insoportable la emisión de anuncios en mitad de una buena película o de nuestro programa favorito.
En este contexto, parece que las noticias comienzan a impedirnos ver los anuncios, y que algunos medios se han convertido en una suerte de granja de enlaces publicitarios en donde numerosas marcas nos reclaman y provocan que se pierda calidad a costa del número de clicks.
Independientemente de que los servicios de pago sean una opción válida (yo cada vez tengo más ganas de suscribirme a unos cuantos), ¿no deberían los medios cuidar algo más la usabilidad y accesibilidad de sus lectores?
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