Cuando identificar los retos te ayuda en la implementación de la estrategia de comunicación

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En Silvia Albert in company se nos ha pasado enero volando. Y es que nos hemos volcado de lleno en la elaboración de los planes de comunicación para 2019. Las estrategias de comunicación son cada vez más complejas y demandan mucha creatividad y un análisis exhaustivo del plan de acción. Enero es un momento para reflexionar y replantearnos hacia dónde vamos, evolucionar y seleccionar los objetivos que nos marcamos para el nuevo curso. En un contexto donde la comunicación toma cada vez más partido en los intereses estratégicos de nuestros clientes, identificar los retos que nos encontraremos por el camino nos ayudará en la implementación de la estrategia, pero sobre todo, en la gestión de expectativas con el cliente.

Cada firma tiene sus particularidades, particularidades que nos trasmiten al inicio del curso nuestros clientes para definir los objetivos. Lo fundamental, si se trata de firmas internacionales, es estar alienados con comunicación global y conocer las metas de negocio a nivel local. Con ello dibujamos una estrategia acorde al momentum financiero (en nuestro caso al pertenecer al área de finanzas de la firma) y comunicativo. Aquí es primordial ser conscientes del interés mediático que puedan tener los hitos de negocio/áreas/servicios/productos que nuestros clientes quieran potenciar. A ello le sumamos los dos grandes actores que más están impactando dentro del campo de las relaciones públicas: la crisis de los medios y la transformación digital.

Jill Abramson, exdirectora de ‘The New York Times’, analiza en ‘Merchants of Truth’ ambas temáticas deriva. Parece que ahora lo viral se antepone al análisis profundo. Nuestro reto/papel es combatirlo con información de calidad y aportar valor añadido.  Este tema está muy presente en nuestras conversaciones y por supuesto le dimos especial relevancia en última edición de perspectivas wellcomm.

 

Dotar el asesoramiento de empatía y no de lucha

Los retos condicionan nuestra labor diaria, no hay duda. Una de las conversaciones más habituales en las reuniones de comunicación giran en torno a “quiero que mi producto salga en papel”. Antes de responder con un “eso es imposible”, que lo es, respira y empatiza. Entiende la inquietud de tu cliente y analiza cómo sustituir ese reto por un KPI en comunicación. Una vez que los retos se discuten internamente entre todos los equipos implicados, el segundo paso es ser fieles al plan de acción y mantener una fluidez en la generación de contenidos de calidad, mucha proactividad y asesoramiento integral. Lo bueno es que conoces los retos de antemano (los fijaste en el plan de comunicación) y ya has trabajado en las armas para combatirlos.

Que la dificultad te motive, que el objetivo sea la meta y que el camino para conseguirlo te haga ganar en experiencia. Juega con todas las cartas. Pide toda la información posible y busca ángulos sexies y vendibles para generar cobertura. Inténtalo al menos para demostrar tu valor ante el cliente. Reivindica que no somos una agencia al peso. La calidad frente a la calidad, las buenas prácticas en comunicación ante las malas, el asesoramiento ante la ejecución y los retos como soluciones.

 

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