Feedforward

Feedforward: mirando hacia el futuro para mejorar el presente

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«¿Feedforward? Pero, ¿no habíamos quedado que íbamos a hablar del feedback?. Feedforward, feedforward… ¿eso qué es?. Imagina que estás a punto de hacer una presentación importante en tu trabajo. En lugar de que uno de tus compañeros se te acerque, al terminar, y te diga «Oye, la presentación estuvo bien, pero eso sí… te faltaron datos»; viene y te ofrece sugerencias para que esta presentación sea la mejor de todas».

Eso es lo que llamamos feedforward.

Esta fue la conversación que tuvimos con un cliente cuando estábamos preparando un programa de entrenamiento para sus directivos.

Nos pasa bastantes veces.

Resulta que el feedback lo conoce todo el mundo, todo el mundo ha hecho algún curso o ha leído algún libro, todo el mundo habla de él (aunque no sé cuánto se practica “adecuadamente” … jajaja) y, en cambio, del feedforward no han oído tanto.  Cuando, en el fondo, de lo que estamos hablando es de una evolución mejorada del feedback. Feedforward = feedback + proactividad.

¿Qué es el Feedforward?

El feedforward es como un GPS para tu vida profesional y personal. En lugar de decirte «Te pasaste el semáforo en rojo hace tres calles», te avisa con antelación «En la próxima intersección, gira a la derecha».

Esta técnica se orienta al futuro, dándote recomendaciones y consejos sobre cómo mejorar en tus futuras tareas o situaciones del día a día.

A diferencia del feedback, que evalúa comportamientos y resultados del pasado, el feedforward proporciona orientación y consejos para tu futuro, a través de una mejora concreta y específica.

Antes de seguir, me encantaría que no nos olvidemos de otro punto muy importante: cuál es nuestra relación con la crítica.

Puede ser el elefante en la habitación que nadie quiere comentar.

La mayoría de nosotros llevamos mal la crítica. Según algunas estadísticas, un 70% de la gente reacciona sintiéndose herida ante un comentario crítico, un 20% lo rechaza negándolo, y solo un 10% reflexiona serenamente, interioriza lo que se le dice y decide si debe o no cambiar alguna conducta.

Esta diferencia en la recepción de críticas se puede deber a multitud de factores. Aunque, habitualmente, está bastante vinculada con nuestra inseguridad interna: cuanto menos seguros estamos, más vulnerables seremos a la crítica.

Por eso, el feedback puede ser percibido, a veces, como crítico e incluso hasta negativo (especialmente si se enfoca en errores); mientras que el feedforward es generalmente positivo y motivador, ya que se centra en acciones futuras de mejora.

En mi experiencia, el feedforward es una herramienta valiosa cuando estamos trabajando en equipo. Al ser más apreciativo suele fortalecer las relaciones y crear un ambiente de trabajo más colaborativo. Ofrecer sugerencias para el futuro empodera a las personas, dándoles la confianza necesaria para mejorar y tener éxito.

Si nunca nadie te da feedback, es muy fácil que te acostumbres a tus propios defectos, en cualquier dimensión de tu vida. Alvaro Gonzalez Alorda

Cómo utilizar Feedforward

Muy bien.

Y eso ¿cómo se hace?

Dar feedforward es como ser un buen entrenador de deportes: no solo señalas lo que no se hizo bien, sino que das consejos específicos para mejorar.

Esquemáticamente es una conversación que conviene estructurar en 3 partes:

1.- Lo que me gusta de….

Me encanta…

Cosas concretas (Hechos) que haya hecho bien

2.- Lo que me gustaría ver más…

Y si además…

1 sola cosa concreta que quieres que haga diferente

3.- Beneficios

Esto te/nos va a permitir…

2 ó 3 beneficios

Como se puede ver ser proactivo es fundamental.

Es crucial dirigir los comentarios hacia comportamientos y resultados futuros, evitando centrarse en los errores pasados y, sobre todo, que sean concretos y prácticos para que puedan ser fácilmente implementados. En lugar de decir «mejora tu presentación», podrías sugerir «intenta estructurar tu presentación en tres secciones principales para mayor claridad».

Aquí es donde la empatía juega un papel clave. Al ofrecer feedforward, debemos ser capaces de entender el punto de vista del otro y sintonizar con él. Sin empatía, nuestras sugerencias pueden sonar frías o insensibles. No se trata solo de dar instrucciones, sino de crear un ambiente de confianza y comprensión.

La clave es formular las sugerencias de manera que motive a la persona a mejorar, por ejemplo, diciendo «Estoy seguro de que, con tu habilidad para comunicar, podrás mejorar aún más si practicas la claridad en tus puntos». En lugar de señalar lo que está mal, sugiere algún tip de cómo podría ser mejor. En el ejemplo, podría ser “Para captar mejor la atención del público, podrías empezar con una anécdota interesante».

En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio. Albert CAMÚS

Vale. Muy bien.

Ya sé cómo se hace.

Y el otro, ¿qué?

¿Qué pasa con el que está recibiendo el feedforward?

Tienes toda la razón. Que lo haga de manera efectiva también es crucial para el crecimiento personal y profesional. Y, sobre todo, para vuestra relación profesional.

Es esencial escuchar con una mente abierta. Eso va de estar dispuesto a considerar nuevas ideas y/o enfoques; de no descartar sugerencias inmediatamente solo porque son diferentes a lo que haces habitualmente. Eso es lo primero de todo.

Además, mostrar gratitud hacia quienes se han tomado el tiempo para ofrecerte ese feedforward es fundamental; un simple «Gracias por tus sugerencias, las tomaré en cuenta para mi próxima tarea» puede marcar la diferencia.

En términos prácticos, evalúa y prioriza las sugerencias, ya que no todas pueden ser implementadas de inmediato. Enfócate en las más relevantes y prioritarias para tu situación actual. Busca de qué manera puedes incorporar y poner en práctica las sugerencias recibidas.

Finalmente, tómate el tiempo para reflexionar sobre el feedforward recibido y cómo puedes ajustarlo a tu estilo y contexto. No todas las sugerencias funcionarán para todos, así que adáptalas a tus necesidades.

Y es aquí donde no me quiero olvidar de otro elemento fundamental: la comunicación cara a cara juega un papel crucial en todo este proceso. A veces, el uso excesivo de tecnologías, como los correos electrónicos, Teams, Slack… puede empobrecer la calidad de nuestras relaciones y aumentar los conflictos. La conversación directa permite una mejor interpretación de las sugerencias y evita malentendidos. Además, demuestra un nivel de empatía y preocupación que simplemente no se puede transmitir a través de un teclado.

Y ahora, qué…

Te invito a que lo pruebes.

El feedforward es una poderosa herramienta que nos permite mirar hacia el futuro con optimismo, mejorando nuestro presente.

En unos momentos donde el mundo está cambiando tan rápidamente, donde la mejora continua es clave, no nos podemos permitir el desaprovechar cualquier oportunidad para crecer y desarrollarnos.  Usar el feedforward nos da esa capacidad de anticiparnos y adaptarnos, ya sea en el trabajo o en nuestra vida personal.

Aprender a dar y recibir feedforward de manera efectiva puede transformar nuestras interacciones, nuestras relaciones y nuestros resultados.

Recuerda, la crítica puede ser difícil de manejar, especialmente cuando sentimos que nos están etiquetando o juzgando. Por eso, ofrecer feedforward puede ser mucho más efectivo y menos doloroso. Y si además…en este momento donde la calidad de la comunicación a menudo se ve comprometida por la tecnología, recuperar esas conversaciones cara a cara puede marcar una gran diferencia en cómo damos y recibimos estas valiosas sugerencias.

Así que, ¡manos a la obra!

*Artículo escrito por Antonio Moya – AM Coaching

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