La utilidad de las redes sociales depende del resultado que cada usuario pretenda encontrar en ellas. Si bien el objetivo común de todas es generar conversación y potenciar la escucha, los PR podemos valernos de otros usos “paralelos” que simplifican nuestra vida.
Empiezo por LinkedIn, mi red social favorita hasta el momento, y que por lo que he leído no sólo me gusta a mí: según comunicó la compañía hace unos días los ingresos por las suscripciones Premium aumentaron un 87% durante el cuarto trimestre de 2011 y sus previsiones para el primer trimestre en 2012 son positivas. Esta red que nació como una herramienta profesional para la búsqueda de empleo y el fomento del networking permite crear nuevos canales de comunicación con clientes y proveedores, enviar convocatorias de eventos offline o generar debates en los que posicionarnos como expertos del sector, entre otras acciones ¿Y cuál es ese otro uso que podemos explotar? LinkedIn permite acceder a ese CV que el periodista siempre olvida enviarte y que es necesario para completar el completísimo briefing de la entrevista que has preparado para el cliente.
Continúo con Twitter, el sistema basado en mensajes cortos de 140 caracteres, que ha sido la red social estrella del último año y que es la herramienta más rápida para opinar sobre cualquier tema del momento con sus famosos hashtags. Pues bien, al PR le viene como anillo al dedo para identificar a expertos de un sector que, por ejemplo, colaboren en el blog del cliente, o bien para contactar por DM con el responsable de contenidos de un portal web y pedirle que corrija la información incorrecta que ha publicado. Esto que puede parecer una sandez no lo es; se nota cada día más que las empresas destinan sus esfuerzos a mantener activos sus perfiles en redes sociales y descuidan los contenidos de sus páginas web; a veces es completamente imposible encontrar un teléfono de contacto. ¡Menos mal que existe twitter para comunicarse!
Y llega el turno de Facebook, una potente herramienta de comunicación interna. El PR tiene cada día menos tiempo para cotillear con sus compañeros y preguntarles qué tal ha ido el fin de semana o cómo han disfrazado a sus peques en la fiesta de carnaval del cole. Con un vistazo rápido en el ‘caralibro’ te pones al día de todo.
No puedo acabar sin mencionar Pinterest, nuestro reto, pero tenéis que dejarme unos días para encontrar ese otro uso que nos haga la vida un poco más feliz a los profesionales de la comunicación.
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