La comunicación asertiva se posiciona como un enfoque clave para transmitir nuestros pensamientos, emociones y necesidades de manera clara, respetuosa y honesta.
¿Qué es la comunicación asertiva?
La comunicación asertiva es la capacidad de expresar un mensaje, una actitud, un valor, una opinión o una emoción de forma activa, pero sin perjudicar ni agredir a nuestro interlocutor. Se trata de una forma de comunicar madura, con la que somos capaces de emitir nuestro mensaje y defender nuestros derechos de manera hábil y con la seguridad de que llegará correctamente al receptor del mismo.
Es muy habitual confundir el concepto de asertividad con la capacidad de «decir que no», pero el término es mucho más amplio y recoge otras muchas habilidades sociales implícitas en él.
Definición de la RAE para asertividad
La definición de asertividad de la Real Academia Española no nos da demasiadas pistas sobre el uso práctico del término. Sin embargo, podemos encontrar algunas señales buscando ese misma palabra y algunas relacionadas:
- Aserto. Afirmación de la certeza de algo.
- Asertividad. Cualidad de asertivo.
- Asertivo. Que expresa su opinión de una manera firme
¿Cómo es la persona que hace una comunicación asertiva?
Las personas que se comunican de forma asertiva habitualmente cumplen con una serie de atributos o características personales, sin las cuales sería imposible realizar ese tipo de comunicación de manera efectiva:
Libertad de expresión
Las personas que practican la comunicación asertiva tienen una sensación de libertad y confianza para expresar sus pensamientos, sentimientos, opiniones y necesidades de manera apropiada. No temen hablar en su propio nombre y no se sienten limitadas por el miedo al rechazo o la crítica.
Comunicación directa, adecuada, abierta y honesta
La comunicación asertiva implica la capacidad de expresarse de manera directa y clara, evitando ambigüedades o mensajes confusos. Las personas asertivas eligen sus palabras cuidadosamente y se aseguran de que su mensaje sea comprensible para los demás. Son honestas en sus comunicaciones y evitan la manipulación o la evasión de la verdad.
Facilidad para comunicarse con toda clase de personas
Las personas asertivas son capaces de establecer y mantener una comunicación efectiva con diferentes tipos de personas, sin importar su posición social, jerarquía o personalidad. Tienen habilidades de empatía y escucha activa, lo que les permite comprender los puntos de vista de los demás y adaptar su comunicación en consecuencia.
Comportamiento respetable y aceptación de sus propias limitaciones
Las personas que practican la comunicación asertiva son conscientes de la importancia del respeto mutuo en las interacciones. Mantienen un comportamiento respetuoso hacia los demás, evitando el uso de lenguaje ofensivo, agresivo o despectivo. Además, son capaces de reconocer y aceptar sus propias limitaciones, sin sentirse amenazadas o inferiores por ello.
Autoconfianza y autoestima saludable
Una persona asertiva tiene una buena autoestima y confianza en sí misma. Se valoran a sí mismos y creen en su propio derecho a expresarse y ser escuchados. Tienen una imagen positiva de sí mismos y no dependen de la validación externa para sentirse seguros en sus comunicaciones.
Derechos asertivos básicos
La asertividad y la comunicación asertiva se basa en algunos derechos asertivos básicos. Manuel J. Smith, profesor adjunto de psicología clínica en la Universidad de California y considerado el pionero de los derechos asertivos y la terapia asertiva, escribió en 1975 “When i say no, i feel guilty«, manual en el que se recogen algunos de esos derechos dentro de la denominada «Declaración de los derechos asertivos”, que se popularizó rápidamente en los Estados Unidos.
Sin embargo, actualmente los profesionales de la psicología suelen trabajar en la consulta con un listado más amplio de derechos asertivos. Incluimos a continuación, ligeramente modificados, los que propone el psicólogo Alberto Soler:
Listado de 22 derechos asertivos
- Algunas veces, tienes derecho a ser el primero. Ceder siempre a los demás, no comunicar tus deseos o preferencias no te hace más cortés. No digas «lo que quieras» cuando tengas una preferencia.
- Tienes derecho a cometer errores. Los errores forman parte de la vida, son necesarios para el aprendizaje. No te avergüences por ellos y defiende tu derecho a cometerlos.
- Tienes derecho a tener tus propias opiniones y creencias.
- Tienes derecho a cambiar de idea, opinión, o actuación.
- Tienes derecho a expresar críticas y a protestar por un trato injusto, pero siempre de forma respetuosa a los demás.
- Tienes derecho a intentar cambiar lo que no te satisface.
- Tienes derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.
- Tienes derecho a sentir y expresar el dolor.
- Tienes derecho a ignorar los consejos de los demás.
- Tienes derecho a recibir el reconocimiento por un trabajo bien hecho, tanto por los demás como por ti mismo.
- Tienes derecho a negarte a una petición, a decir «no» sin sentirte culpable o egoísta.
- Tienes derecho a estar solo/sola, aún cuando los demás deseen tu compañía.
- Tienes derecho a no justificarte ante los demás. En ocasiones con un “No, gracias” es suficiente.
- Tienes derecho a no responsabilizarte de los problemas de los demás.
- Tienes derecho a no anticiparte a los deseos y necesidades de los demás y a no tener que intuirlos.
- Tienes derecho a ser tratado con dignidad y a protestar si sientes que no es así.
- Tienes derecho a tener tus propias necesidades y que sean tan importantes como las de los demás.
- Tienes derecho a experimentar y expresar tus propios sentimientos, así como a ser su único juez.
- Tienes derecho a detenerte y pensar antes de actuar.
- Tienes derecho a pedir lo que quieres y la aceptar un no por respuesta.
- Tienes derecho a hacer menos de lo que eres capaz de hacer. No siempre puedes rendir al máximo.
- Tienes derecho a decidir qué hacer con tu cuerpo, tiempo y propiedad
Comunicación pasiva, agresiva y asertiva
La comunicación asertiva se encuentra a medio camino entre la comunicación pasiva o inhibida –nos callamos, nos «guardamos» lo que pensamos, no expresamos lo que realmente queremos decir– y la comunicación agresiva –no nos guardamos nada, pero emitimos el mensaje en un tono o actitud inadecuada–.
Para entender mejor el concepto, pongamos un ejemplo sencillo. Imaginemos que estamos en la cola del cine y una persona se cuela.
- La comunicación pasiva o inhibida consistiría en no decir nada, aunque nos haya dado rabia la situación, provocando un importante sentimiento de frustración.
- La comunicación agresiva, por el contrario, haría que gritásemos o hablásemos con malos modales, surgiendo casi con total seguridad una situación de conflicto.
- Sin embargo, la comunicación asertiva consistiría en, con total tranquilidad, mirando a los ojos e incluso con una leve sonrisa y un tono de voz adecuado, comunicar a la persona que nosotros estábamos delante.
Cinco pasos para establecer una comunicación asertiva
Es lógico pensar que las situaciones a las que nos enfrentamos cada día, ya sea en el ámbito social, laboral o familiar, no son tan sencillas como la de la cola del cine. Sin embargo, el uso de una comunicación asertiva nos puede ayudar mucho en la inmensa mayoría de interacciones sociales en múltiples ámbitos. Pero, ¿cómo hacerlo? Vamos a revisar a continuación cinco pautas imprescindibles para comunicar de forma asertiva:
1. Piensa en el problema, no en la persona
Es muy habitual que cuando tengamos un desacuerdo, un intercambio de pareceres o una discusión, nos centremos en la persona en vez de en el problema. Céntrate en el motivo del problema y escucha con atención qué mensajes se emiten, y no quién los emite, intentando liberarte de ciertos prejuicios. No te tomes una situación que no te gusta como algo personal.
2. Cuida tu comunicación no verbal y verbal
De nada sirve que tengamos un tono de voz adecuado si nuestro cuerpo muestra signos de agresividad, o viceversa. Nuestro lenguaje verbal y no verbal debe de ser lo más coherente posible y mostrarse en la misma línea u orientación.
3. Escucha, escucha, escucha
Para poner en práctica una comunicación asertiva es necesario escuchar, no solo oír. Muchas veces estamos pensando más en nuestro propio discurso que en lo que nos está transmitiendo nuestro interlocutor. Presta atención primero a lo que dice, respeta sus tiempos y muestra que estás poniendo atención poniendo en práctica una escucha activa.
4. Ser empático no significa estar de acuerdo
Otro de los elementos clave para que nuestra comunicación sea asertiva es practicar la empatía, o lo que es lo mismo, ponernos en el lugar del otro y hacerlo ver con claridad. Ante un desacuerdo o una situación que nos incomoda, prueba a decir a tu interlocutor «entiendo perfectamente lo que comentas», «he escuchado con atención lo que has dicho», «creo que me ha quedado clara tu opinión al respecto».
Una vez hecho esto, la persona con la que hablamos sabe que le hemos prestado atención y estará más receptiva para escuchar nuestro punto de vista.
5. Pon en práctica algunas técnicas asertivas
Sobre el papel parece muy sencillo poner en práctica la comunicación asertiva, pero podemos encontrarnos con situaciones bastante complejas. En estos casos, conviene usar algunas de las tácticas asertivas que mejor funcionan, que pasaremos a ver ahora.
Técnicas de comunicación asertiva
En teoría, la comunicación asertiva puede parecer sencilla de implementar, pero en la práctica, nos enfrentamos a situaciones que pueden resultar bastante complejas. En estos casos, es útil recurrir a algunas tácticas asertivas que han demostrado ser efectivas. A continuación, exploraremos algunas de estas técnicas que pueden facilitar el uso de la comunicación asertiva.
Disco rayado
Esta técnica asertiva consiste en insistir con el mismo mensaje una y otra vez hasta que la otra persona comprenda nuestra posición. Al utilizar el disco rayado, repetimos nuestro punto de vista de manera calmada y firme, sin caer en provocaciones ni desviarnos del tema. Por ejemplo, podríamos decir: «Sí, te he escuchado, pero quiero que entiendas que…»
Aplazamiento asertivo
El aplazamiento asertivo implica hacerle saber a nuestro interlocutor que el momento actual no es el adecuado para continuar la discusión. Esta técnica es útil cuando, a pesar de utilizar la comunicación asertiva, no logramos que la otra persona entienda nuestro punto de vista o cuando la conversación se vuelve demasiado agresiva. Podemos expresar: «Me gustaría retomar esta conversación en otro momento, cuando ambos estemos más tranquilos y podamos hablar con calma».
Pregunta asertiva
La pregunta asertiva consiste en responder a la otra persona haciendo preguntas para obtener más información, sin cuestionar ni desafiar directamente lo que se nos ha dicho. Esta técnica nos permite obtener claridad y comprender mejor la perspectiva del otro. Por ejemplo, podríamos preguntar: «Entiendo que tienes una crítica hacia mi trabajo, ¿podrías darme más detalles para que pueda entender mejor tus preocupaciones?»
Acuerdo asertivo
La técnica del acuerdo asertivo implica mostrar comprensión y dar la razón parcialmente a la otra persona, aunque se insista en el error o malentendido. Se trata de evitar la confrontación directa y centrarse en el problema en lugar de atacar a la persona. Por ejemplo, podríamos decir: «Entiendo tu punto de vista y estoy de acuerdo en parte, pero también quiero señalar que existe un error en la información que estás utilizando como base para tu argumento».
«Yo» en lugar de «tú»
En lugar de acusar o culpar a la otra persona, enfócate en expresar tus sentimientos y necesidades utilizando declaraciones con «yo». Por ejemplo, en lugar de decir «Tú siempre llegas tarde y me haces esperar», podrías decir: «Me siento frustrado cuando llego puntualmente y tengo que esperar».
Banco de niebla
Esta técnica consiste en evitar entrar en discusiones o debates innecesarios. En lugar de defender tu punto de vista de manera agresiva, reconoce los elementos válidos en la perspectiva del otro y haz ajustes sutiles sin perder tu postura. Por ejemplo, podrías decir: «Entiendo que tienes algunas preocupaciones. Vamos a tomar en cuenta tus comentarios y explorar otras opciones».
Negociación de necesidades
Cuando te encuentres en una situación en la que tus necesidades y las de la otra persona parezcan entrar en conflicto, busca soluciones de compromiso que satisfagan a ambos. Enfócate en encontrar un terreno común y proponer alternativas. Por ejemplo, podrías decir: «Entiendo que quieres que hagamos esto de esta manera, pero ¿qué te parece si intentamos una combinación de ambos enfoques?»
Agradecimiento y reconocimiento
Aunque puedas estar en desacuerdo con la otra persona, es importante reconocer y agradecer los puntos positivos de su perspectiva. Esto muestra respeto y apertura al diálogo constructivo. Por ejemplo, podrías decir: «Aprecio tu preocupación por este tema y valoro tus aportes. Sin embargo, me gustaría explorar algunas alternativas adicionales».
Uso de «yo me siento» en lugar de «tú me haces sentir»
Evita culpar a la otra persona por tus emociones y, en su lugar, comunica cómo te sientes y cómo puedes trabajar juntos para resolver el problema. Por ejemplo, en lugar de decir «Tú me haces sentir triste», podrías decir: «Me siento triste en esta situación y me gustaría encontrar una forma de mejorarla».
Estas técnicas de comunicación asertiva son herramientas útiles para manejar situaciones complejas donde el diálogo puede volverse difícil. No obstante, es importante recordar que cada situación es única, y es necesario adaptar estas técnicas según el contexto y las personas involucradas. La práctica y el desarrollo de estas habilidades nos permitirán comunicarnos de manera más efectiva y construir relaciones más saludables.
Ejemplos de frases para la comunicación asertiva
Hay muchos ejemplos de frases asertivas que podemos emplear en nuestro día a día, según diferentes contextos. Algunos ejemplos pueden ser:
–Disculpe, yo estaba primero en la cola.
–¿Seguro? Yo creo que no
–Insisto, yo estaba delante de usted, se lo aseguro. (Disco rayado)
«Siempre acabas enfadándote conmigo».
«Puede que tengas razón, pero es algo que deberíamos discutir con calma en otro momento» (Aplazamiento asertivo).
–Llegamos tarde, como siempre, por tu culpa.
–Es posible, ¿qué crees que podría hacer para mejorar eso? (Pregunta asertiva).
Aplicaciones de la comunicación asertiva en diferentes situaciones
Siguiendo con algunos ejemplos más, veamos cómo podríamos aplicar la comunicación asertiva en distintas situaciones de la vida diaria:
Expresar una opinión personal
- «En mi opinión, creo que sería más efectivo abordar el proyecto de esta manera.»
- «Respeto tu punto de vista, pero también quiero compartir mi perspectiva sobre el tema.»
Establecer límites personales
- «Entiendo que necesitas mi ayuda, pero en este momento no puedo comprometerme. Tengo otros compromisos que debo cumplir.»
- «Me siento incómodo cuando se habla de ese tema. Prefiero no discutirlo y mantener la conversación en un tono más positivo.»
Rechazar una solicitud o propuesta
- «Aprecio que me hayas considerado, pero en este momento no puedo aceptar esa responsabilidad adicional.»
- «No me siento cómodo participando en esa actividad. Gracias por pensar en mí, pero tendré que pasar esta vez.»
Expresar emociones y sentimientos
- «Cuando me interrumpes constantemente, me siento frustrado y no puedo expresar mis ideas adecuadamente. ¿Podríamos darle un espacio a cada uno para hablar sin interrupciones?»
- «Me siento feliz y emocionado por este nuevo proyecto. Gracias por brindarme esta oportunidad.»
Dar y recibir feedback constructivo
- «Aprecio tu esfuerzo en este proyecto, pero creo que podríamos mejorar la presentación si incluimos ejemplos más concretos.»
- «Me gustaría darte un feedback sobre tu presentación. Creo que podrías mejorar tu expresión corporal para transmitir mayor confianza.»
Ventajas de la comunicación asertiva
Emplear de manera eficaz una comunicación asertiva nos aporta muchas ventajas:
1. Mayor sensación de control sobre el entorno y sobre nosotros mismos
Al utilizar la comunicación asertiva, somos capaces de expresar nuestras opiniones y necesidades de manera efectiva, lo que nos brinda una sensación de empoderamiento y control sobre nuestra vida. Nos permite establecer límites adecuados y tomar decisiones conscientes, lo que contribuye a nuestro bienestar emocional y personal.
2. Mejora la autoestima, el autoconocimiento y la gestión emocional
La comunicación asertiva implica conocer y expresar nuestras emociones de manera adecuada. Al practicarla, desarrollamos una mayor conciencia de nuestras propias necesidades y sentimientos, lo que nos ayuda a fortalecer nuestra autoestima y a gestionar nuestras emociones de forma más saludable. Esto contribuye a un mayor bienestar emocional y a relaciones más satisfactorias.
3. Nos ayuda a vivir situaciones y experiencias más gratificantes
Al comunicarnos asertivamente, establecemos relaciones más auténticas y cercanas con los demás. Nos permite transmitir nuestras ideas y deseos de manera clara, lo que aumenta las posibilidades de que seamos comprendidos y nuestras necesidades sean tomadas en cuenta. Esto nos lleva a vivir experiencias más satisfactorias y gratificantes en nuestras interacciones personales y profesionales.
4. Mejora en las relaciones interpersonales
La comunicación asertiva fomenta la empatía y el respeto mutuo en nuestras relaciones. Al expresarnos de manera clara y respetuosa, generamos un ambiente de confianza y apertura, lo que fortalece los lazos con los demás. Además, nos permite establecer una comunicación más efectiva, evitando malentendidos y conflictos innecesarios.
5. Permite una mejor resolución de los conflictos
Cuando nos comunicamos asertivamente, somos capaces de expresar nuestras preocupaciones y desacuerdos de manera constructiva. Esto facilita la resolución de conflictos, ya que se fomenta el diálogo abierto y respetuoso. Al buscar soluciones mutuamente satisfactorias, se promueve un clima de colaboración y entendimiento.
Comunicar de forma asertiva es fundamental para mejorar el día a día en nuestra vida personal, pero también profesional. ¿Pones en práctica siempre la comunicación asertiva?