Hace unos días participe en una interesante conversación sobre la utilidad del WhatsApp en el trabajo, algo que nadie puso en duda a estas alturas de la película. Sin embargo, nuestra tertulia nos fue llevando por otros derroteros, hasta que terminamos debatiendo sobre la ‘obligatoriedad’ o no de leer los mensajes de WhatsApp de trabajo durante nuestra vacaciones.
Hoy en día nadie duda de que el WhatsApp se ha convertido en una herramienta indiscutible de mensajería instantánea, pero no solo en el ámbito personal, sino también en el laboral. Incluso, en algunas empresas, ya tiene cierto protagonismo porque cada vez tiene más y mejores funcionalidades, lo que la convierten en una aplicación de gran utilidad laboral.
Y es que las cifras están ahí. Según los últimos datos compartidos por la propia compañía, los usuarios de WhatsApp enviamos 55.000 millones de mensajes diarios para conectarnos con otras personas. Ellos insisten en que son mensajes con amigos y familiares, pero lo cierto es que también son muchos los mensajes de trabajo.
Desconectar el WhatsApp
Ahora nos situamos en pleno mes de agosto, cuando la mitad de la población española está de vacaciones, pero no toda y… de repente recibes varios mensajes de WhatsApp de tu jefe o, lo que es peor, eres autónomo y, pese a haber avisado a tus clientes de que te coges unos días de descanso, te llegan varios mensajes de tus clientes. ¿Qué debes hacer?
En esto, como en botica, las opciones son múltiples: Leer los mensajes y darnos por enterados, no leerlos y dejarlos para la vuelta al trabajo, leerlos pero hacer como si no lo hubiéramos hecho, no abrirlos hasta nuestra reincorporación laboral…
Esto nos lleva a la pregunta del millón ¿tenemos que estar conectados las 24 horas al día, los 365 días al año por culpa de las nuevas tecnologías? Personalmente, creo que no. No es bueno ni para nuestras salud física y mental ni para el ego de algunas empresas y clientes.
Como todos hemos podido saber, en Francia ya han decidido regular por ley el derecho a la desconexión de los desempleados con la intención de establecer una pequeña línea entre la vida personal y la profesional, para evitar que las nuevas tecnologías mantengan a las personas conectadas con su trabajo en todo momento.
WhatsApp y burnout
Según los últimos datos hechos públicos por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en España el 22% de la población activa sufre el síndrome de burnout, o lo que es lo mismo: estrés laboral y agotamiento profesional. Uno de las causas identificadas de este problema es la dificultad para desconectar del trabajo.
La norma francesa establece unos derechos de los trabajadores y un deber para con la empresa dándole valor a las negociaciones entre ambas partes y al pragmatismo. Se trata de hacer una prevención de riesgos laborales y una formación responsable en el uso de las nuevas tecnologías.
En este sentido, algunas compañías que han decidido dar pasos adelante en este sentido. En nuestro país, la aseguradora AXA ha sido la primera en reconocer el derecho a la desconexión de sus trabajadores fuera del horario acordado en el convenio colectivo.
Se trata, en definitiva, de frenar la necesidad de estar conectado permanentemente. Incluso, en el ámbito de la comunicación que nunca se va de vacaciones, considero que la desconexión es absolutamente necesaria.
Yo he recibido varios WhatsApp de trabajo desde que estoy de vacaciones y, tengo que reconocer, que aunque los he leído he tratado de no hacerles caso. Y, en algún caso, de recordarle al cliente molesto, que estoy pasando unos días de un descanso necesario y merecido y que no podré ayudarle hasta dentro de unos días.
¿Y vosotros, cómo actuáis con los mensajes laborales que os llegan por WhatsApp en verano?