Hoy entrevistamos en Agencia comma a Martín Huete, uno de nuestros clientes más visionarios e innovadores y una de las voces más críticas en la industria financiera. De hecho, cuando Twitter aún estaba en pañales, ya le reconocimos en este blog por ser uno de los actores pioneros en el sector financiero a la hora de utilizar correctamente las redes sociales para construir su marca personal.
Ahora vuelve a la carga con un nuevo proyecto que, desde luego, es innovador desde el punto de vista de la comunicación y las relaciones públicas. Ha lanzado el programa en Espiral, que se describe como “un proyecto colaborativo, transmedia y transgeneracional que pretende conectar a las personas con el mundo financiero a través de la promoción de iniciativas culturales”. Suena por lo menos provocador, ¿verdad?
¿Cómo lo hará? A través del desarrollo de diversas iniciativas de promoción cultural que buscan conectar los intereses y aficiones de las diferentes generaciones con iniciativas de divulgación de la cultura financiera.
Martín se ha convertido en una de las voces más críticas de la industria. Lleva muchos años reivindicando un sistema de distribución de productos de inversión más justo y eficaz, en el que de verdad se vele por los intereses del inversor y se le ofrezca transparencia e información suficiente. Con claim “La Inversión no es como nos han contado” defiende un buen asesoramiento al inversor y una gestión que realmente le aporte valor. Martín Huete también critica la falsa gestión activa, es decir, productos que se venden como fondos de inversión que baten a los índices y lo único que hacen es replicar lo que hace la mayoría sin aportar rentabilidad, pero por los que se paga una comisión alta de gestión. Por eso se ha convertido en uno de los mayores defensores de la gestión pasiva, que reduce costes y hace accesible la inversión, como suele proclamar: “La inversión es para todos, no hace falta ir al banco:compra el mundo con orientación a largo plazo, bajos costes y olvídate del ruido de los mercados”.
Con en Espiral, su nuevo proyecto, pretende crear un puente que una generaciones, gestión cultural y divulgación financiera.
“Tenemos vocación de convertirnos en una ecuación transgresora cuyo resultado podría ser que los ciudadanos mejoren su cultura financiera, descubran una nueva forma de hacer y entender las finanzas gracias a las oportunidades que ha traído consigo la digitalización y se atrevan, por fin, a dar el salto a la inversión. Invitamos al ciudadano a enchufarse a un programa para ascender en Espiral” explica Huete.
En los próximos dos años pretende desarrollar diferentes proyectos culturales que incluirían la producción de una película que arroje luz sobre la evolución de la industria financiera en España, el mecenazgo de diferentes iniciativas musicales y editoriales, así como la creación de un espacio (la Sincoteca) que sirva de lugar de encuentro transgeneracional en el que convivan eventos culturales y musicales con iniciativas de divulgación financiera.
Desde el punto de vista de la comunicación, esta iniciativa pretende ir un paso más allá de las iniciativas de educación financieras tradicionales.Todos los actores de la industria financiera y de inversión comparten la misma inquietud: ¿Cómo podemos fomentar la cultura financiera en España? Todo ello en un clima en el que sigue aumentando la preocupación social entorno al futuro financiero de la sociedad y los titulares sobre la insostenibilidad del modelo de las pensiones públicas. En este contexto, cada vez más entidades e instituciones están destinando parte de sus presupuestos de marketing a financiar iniciativas de relaciones públicas en promover la educación financiera. Suelen ser campañas de comunicación y sensibilización que buscan concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de asumir las riendas de sus finanzas y sobre todo motivarles al ahorro e incluso a la inversión.
Sin embargo, llevamos ya muchos años hablando de la necesidad de la educación financiera y nada cambia. ¿En qué están fallando en estas campañas?, ¿por qué no consiguen aunar la inquietud social con la información que la industria está dispuesta a compartir?
Lo tenemos bastante claro, estas iniciativas de educación financiera se basan en el miedo y la moralina no consiguen conectar con la emoción con sus públicos. Y esto precisamente es lo que pretende el proyecto de Huete, con su ecuación transgresora: “Agitaremos consciencias, conectaremos con el público final y, por ende, podríamos formar juntos a los inversores del futuro”, comenta Huete.
Este proyecto se presenta como una oportunidad desde el punto de vista del marketing en esa cruzada de fomentar la cultura financiera a la sociedad. De hecho, Huete está buscando patrocinadores y mecenas interesados. Por lo menos les ofrece un camino diferente de conectar con los públicos, que podría ser un “win to win”a toda regla, como se dice en inglés. Nadie puede innovar si siempre hace lo mismo. Hay que probar.
Además, como no podía ser de otra forma, Huete ha contado con nosotros para ayudarle con su comunicación. Prometemos provocar…