Por cuestiones que no vienen al caso (¿o sí?) hoy me apetece hablar de las razones por las que las empresas cambian de agencia de comunicación. Y lo voy a hacer actualizando un decálogo que publicamos en wellcommunity hace ya unos cuantos años (siete!!) y que en mi humilde opinión sigue estando más vigente que nunca.
- Cambia de agencia de comunicación si no habláis el mismo idioma. Y no me refiero a que el trabajo tenga que hacerse en inglés, si no que no haya ninguna relación entre lo que el cliente espera y lo que la agencia propone o el sinsentido de querer tener una cuenta en twitter y ser incapaz de saber para qué la quieren.
- La agencia es tu salvavidas, pero no tu punching ball. No mola contratar a una agencia sólo para poder tener a alguien al que cortar la cabeza o echar a los perros cuando los fallos realmente se encuentran dentro de la compañía. Eso es muy feo y desleal.
- Las amenazas son de macarras y ten en cuenta que las agencias pueden ser tu mejor aliado o tu peor pesadilla. Elige bien, no te fíes de comidas copiosas, de ropa cara y de palabras vacías, pregunta quién es realmente la persona que va a llevar tu cuenta día a día y mímala.
- Cambia para mejorar no para sufrir. Piensa que, a veces, el cambio, debe empezar por ti y por tu propia organización.
- Quién más grita no es quién más razón tiene. La palabra clave es la coherencia. Si no sabes valorar lo que estás pidiendo, no te queda más remedido que fiarte de lo que te proponen (o hacerte un master rapidito para convertirte en un gurú en media hora). Si una agencia no tiene un perfil digital muy bien gestionado, no te fíes de sus propuestas digitales.
- Si contratas a una agencia es para que te asesore. Para secretarias, busca en otro epígrafe. Piensa que estás pagando por una consultoría de alto valor añadido, no para que te gestionen las traducciones.
- Analiza si es que tu agencia no habla claro, habla raro o tú estás sordo. Lo que no tiene sentido es que apruebes una propuesta y luego la modifiques sin explicar por qué o bajo presiones de los equipos de marketing o del mismísimo director general (que, por otra parte, no ha dedicado ni un minuto a entender el trabajo que haces tú y la agencia)
- La agencia de comunicación no es un proveedor de papel reciclado; es tu partner. Trabaja con ella como tal. Lealtad, claridad, feedback, colaboración y confianza son las palabras claves.
- Si exiges una estrategia compleja, para afrontar un problema complejo, debes estar dispuesto a pagarla. Lo digital parece que no exige esfuerzo, aunque en realidad supone un montón de horas de muchos profesionales super-especializados que, por cierto, también comen.
- No cambies de agencia de comunicación si su trabajo te parece brillante. Quizá sea más fácil que te cuestiones si estás preparado para definir una estrategia de comunicación y dirigir un equipo externo de profesionales seniors o si necesitas formarte en habilidades directivas para ser un Dircom como dios manda.
