Más de 792 millones de usuarios de Google han buscado o se han interesado por conocer más profundamente qué es Big Data desde que el término surgiera en 2011. Muchos lo describen como el término de moda. Para mí es el concepto que cambiará en un futuro cercano las relaciones entre empresas y clientes, que se está aplicando ya a diferentes sectores mercantiles y que está creando una conversación global en torno a su término, como ya lo hicieran otros conceptos innovadores como social media. Los que lo conocen dan fe de los grandes potenciales que tiene y los que no, están deseando sumarse al carro y ser capaces de entender en qué consiste el análisis de datos.
Su significado hace referencia a muchas realidades distintas y complementarias ya que es un concepto aún emergente y está en constate evolución. Pero la mayoría de los especialistas lo definen como la obtención de información útil a partir de grandes volúmenes de datos que, hasta hace muy poco, no éramos capaces de adquirir o procesar de forma generalizada.
En Silvia Albert ya hace tiempo que trabajamos en este mundo numérico e infinito. Además de consultores nos sentimos visionarios de los datos. Mi compañera Mónica escribía hace unos días en este mismo blog que los “profesionales de la comunicación no solo estamos para poner el lazo en el regalo, sino que tenemos que ser analistas de la audiencia, de los nuevos canales, y también de los más tradicionales”. Por mi parte, siguiendo el rastro del data power, no me quise perder las jornadas sobre Big Data que organizó hace algunas semanas la Fundación Telefónica Big Data: Vivir en un mar de datos.Fue interesante conocer de la mano de expertos de primer nivel que engrosan las filas de grandes empresas como IBM, Hispasat, GMW o HP Software su visión sobre este campo y acercarme a la idea de cómo la tecnología está avanzando a tal velocidad que casi podemos predecir el comportamiento de nuestros clientes en un futuro próximo. Pero esta explosión de datos de nada nos serviría si no va acompañada de una serie de nuevas tecnologías que, por primera vez en la historia, hacen posible su procesamiento en tiempos razonables como el software Hadoop, que a pesar de que su popularidad no se disparara hasta el año 2012, fue creado en 2005 por ingenieros de Yahoo!
Sin la revolución tecnológica para este campo sería inimaginable pensar en el desarrollo del Big Data. Como por ejemplo, si hace 10 años la mensajería instantánea aún no estaba ni implantada, el 5.G, podría transmitir datos “en menos de un milisegundo” en 2020, según David del Val, presidente y consejero delegado de Telefónica I+D. Durante la jornada comprendí que la masificación de datos abre un nuevo ecosistema empresarial que plantea grandes opciones a en el sector de las TIC. Ya no existe área ni sector que no esté afectado por las implicaciones que este concepto está incorporando, modificando con ello las estrategias de análisis y patrones de medida.
No hay duda de los potenciales que tiene esta herramienta para el mundo de la comunicación, sobre todo para las redes sociales. Cada día se publican cientos de millones de mensajes en Twitter o Facebook. La capacidad de escucha y análisis del ingente volumen de datos que generan los usuarios de las redes sociales de forma constante constituye una ventaja competitiva fundamental para muchas organizaciones.
Big Data ya no es un ideal. La experiencia y profesionalidad puede medirse en números. Como consultores ofrecemos contendidos de calidad con un principal objetivo: no perder los mensajes. Si contamos a priori con una base numérica y medible, estaremos funcionando en la correcta dirección. El Big Data nos aporta una forma de optimizar nuestro trabajo, ofreciendo contenidos de calidad a una audiencia bien definida sin perder por el camino impactos relevantes.
Y por último una reflexión sobre las opciones que nos brinda Big Data. Eric Schmidt, director general de Google, afirmó hace unos años que “en toda la historia de la civilización hasta el año 2003, la especie humana ha generado cinco exabytes de datos. Actualmente, generamos esa misma cantidad en solo dos días”.
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