En su día, ya hablé este mismo blog de la comunicación interna como motor de la empresa y de su utilidad como herramienta ante situaciones de crisis y como elemento motivacional, pero ¿por qué es tan importante la comunicación interna dentro de las organizaciones? ¿Son las empresas verdaderamente conscientes de su trascendencia y sus beneficios? La verdad es que, por nuestra experiencia, para muchas empresas la comunicación interna sigue siendo la gran olvidada y se siguen cometiendo muchos errores.
Errores comunes en comunicación interna
El error más común es el de caer en la dinámica de contar a los empleados lo maravillosa que es la empresa y ‘lo buenos que somos’ en lugar de escucharlos. Y es que una compañía que no sea capaz de escuchar a sus empleados tampoco será capaz de implicarlos al 100%. Si un empleado no se siente escuchado por su empresa, se empezará a desmotivar y su compromiso se irá diluyendo.
Por eso escuchar a los empleados y compañeros juega un papel fundamental. La escucha está subestimada y puede que sea el elemento más importante de la comunicación, tanto interna como externa. Si no escuchamos, la comunicación no podría ser bidireccional y tampoco podríamos establecer un diálogo. Una de las virtudes más importantes del buen comunicador es la de saber escuchar; y es que la buena comunicación comienza escuchando.
Como dijo Jack Vincent en uno de los talleres que impartió en nuestra agencia, “la escucha más activa se logra haciendo buenas preguntas, y ese es el primer paso para conseguir que el cliente confíe en nosotros”. Esto mismo se puede aplicar dentro de las empresas, a nivel de comunicación interna, para lograr la confianza de los empleados, además de llevar a cabo una gestión transparente en la que los distintos equipos estén totalmente informados de lo que ocurre en la empresa.
Beneficios de la comunicación interna
Una buena comunicación interna puede ser una de nuestras mejores bazas a la hora de alcanzar los objetivos empresariales y, por el contrario, una mala comunicación interna nos puede suponer muchos obstáculos. La comunicación interna debería ocupar siempre un lugar destacado dentro de las compañías y gestionándola de forma adecuada se pueden lograr importantes beneficios como, por ejemplo:
- Construir equipos humanos comprometidos con los objetivos y valores de la compañía, creando un importante sentimiento de pertenencia y, en definitiva, haciendo que todo el mundo dé lo mejor de sí mismo al sentirse parte del proyecto.
- Reforzar la percepción de marca: la reputación de la empresa comienza de puertas para adentro. Si los propios empleados de una empresa no creen en los valores y principios de la misma, no serán capaces de transmitirlos y, por tanto, nadie se los creerá.
- Mejorar la coordinación entre los equipos y su desarrollo profesional. Como decía nuestra compañera Cristina Rubio en este mismo blog, “la comunicación interna dentro de las instituciones tiene un papel didáctico. Es más que compartir conocimiento. Es crecer en grupo intercalando las habilidades individuales de cada integrante. Por eso creemos que no debe coordinarse en exclusiva dentro del departamento de recursos humanos, es un deber de todos, una regla común”.
- Empoderar al empleado y retener talento: aplicando una buena estrategia de comunicación interna, los empleados acabarán sintiendo como suyos los objetivos de negocio, además de sentirse piezas importantes dentro la organización, lo que aumentará su implicación y hará que sea más fácil retener el talento.
- Innovar y evolucionar. Como es lógico, una comunicación fluida con los empleados permitirá a la empresa enriquecerse con sus distintos puntos de vista y aportaciones, de donde surgirán ideas innovadoras que doten a algunos proyectos de ese plus de dinamismo y frescura que los hará especiales. En este sentido, y como comentábamos al principio de este post, siempre es importante hacer por escuchar a los empleados, ya sea organizando espacios de debate, a través de redes sociales internas, de eventos lúdicos o dinámicas de grupo, o simplemente haciéndoles preguntas de vez en cuando.