Quedan pocas semanas para que el verano acabe y, un año más, hemos asistido a un período en el que las noticias escasean, sobre todo en el ámbito político, fuente inagotable de novedades durante el resto del año. Es bastante habitual que medios escritos y audiovisuales hagan uso de refritos –reposición de series o programas– para poder rellenar sus espacios, pero el auge de las redes sociales y la competición por conseguir el click están haciendo que asistamos a un espectáculo cuasi dantesco en el que la calidad de la información y su tratamiento brilla por su ausencia.
En este contexto, la redacción de artículos en forma de listas, aunque no sea exclusiva de la temporada estival, está tomando un especial protagonismo en las publicaciones de los medios escritos. Si bien este formato, con titulares atractivos, asegura una llamada de atención al lector, puede llegar a resultar cansino y desagradable para el mismo.
Para muestra, un botón. Durante el verano no he podido desconectar demasiado y he estado bastante atento a las publicaciones que han difundido la prensa a través de las redes sociales, sobre todo en Facebook. ¿Qué me he encontrado? Básicamente, sexo, virales o pseudovirales absurdos, dietas y viajes. Dirán que soy un exagerado, pero ¿no les suenan este tipo de titulares?
«12 secretos sobre el orgasmo femenino que todavía no conocías». Sustitúyase el sexo femenino por el masculino o el orgasmo por posturas sexuales. Lo que importa es hablar de sexo, que siempre vende.
«El vídeo de la niña que da de comer al perro se convierte en viral. MÍRALO AQUÍ =>» (enlace acortado). Sí, señores, los medios ya se permiten saltarse a la torera las normas ortográficas y nos regalan unas amables mayúsculas para captar nuestra atención.
«Cómo preparar la operación bikini en menos de un mes: 7 alimentos que no deberías consumir». Dentro de esta temática también cabe hablar de «4 ejercicios que te harán perder peso de forma fácil» o similares.
«Las 10 mejores playas españolas que no deberías perderte este verano». Podemos cambiar playa por restaurante, islas paradisíacas o rincones «ocultos», que suena molón también.
En casi todos los casos, no se trata ni siquiera de noticias, sino de pseudoreportajes hacienco copia-pega de artículos de otros años u otros medios, que no aportan demasiadas novedades. En cuanto a los virales, basta con bucear un poco en YouTube y buscar una buena combinación de bebés, gatitos u otros animales que roben drones a sus dueños. ¿Son malos en sí mismos? En mi opinión, no, pero el abuso de este tipo de formato, el uso de titulares en forma de cebo y el hecho de no respetar un mínimo estilo en la redacción provocan en un servidor algunas arcadas 🙁
Veremos qué ocurre el verano que viene 😉
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