Tendencias en comunicación digital 2025

Tendencias en comunicación digital: ¿qué podemos esperar en 2025?

Picture of José Manuel Resúa

A las personas nos encanta fantasear sobre qué nos deparará el futuro. Coches voladores, teletransporte, viajes espaciales o máquinas inteligentes dominando el mundo y suplantando la identidad de los humanos, haciendo nuestros trabajos y cambiando la sociedad.

Seguro que a alguien se le pasó por la cabeza este planteamiento, propio de una película de ficción, la primera vez que escuchó el término ‘inteligencia artificial’. Pero quizá este enfoque le resultará algo dramático a los más de 300 millones de usuarios activos semanales de Chat GPT, los cuales envían más de 1.000 millones de mensajes al día.

2024 ha sido el año de la inteligencia artificial en todos los sentidos, y más aún en el mundo de la comunicación digital, pero también asistimos al protagonismo (casi indiscutible) del formato vídeo, especialmente el corto, fomentado por plataformas como TikTok o Instagram. Estas son tendencias que, lejos de desaparecer, se transformarán para adaptarse a audiencias en constante evolución. Por tanto, ¿qué podemos esperar en 2025?

Tendencias de comunicación digital para 2025

Dejando la ciencia ficción a un lado y centrándonos en el día a día de los profesionales de la comunicación, estas son algunas de las claras tendencias digitales que marcarán este 2025.

Más y mejor IA

Una vez entendidos los increíbles beneficios que aportan herramientas como Chat GPT, Dall•E, Grammarly o Fireflies, los (buenos y responsables) comunicadores se han formado para adquirir un conocimiento más profundo de ellas y poder aplicarlas más exitosamente en la creación de contenido, especialmente el digital. Este 2025, veremos más IA: automatización avanzada para publicaciones, análisis de tendencias en tiempo real, y generación de contenido adaptado al tono y estilo de las audiencias específicas.

Aunque en el plano teórico todo suena especialmente bien, en el plano práctico veremos (aún más) debates éticos sobre los límites del uso de la IA y tendremos que afrontar los desafíos de mantener la autenticidad en la comunicación.

Extensión y creatividad

Por un lado, la tendencia será a un contenido más extenso pero que llegue de verdad a nuestras audiencias, pasando del vídeo corto y efímero, a otro con más duración y peso, que permita al usuario conectar con el mensaje. Por otro, una creatividad en las comunicaciones, ya sean texto, imagen o vídeo, que consiga destacar frente a la infoxicación del mundo digital. Tendremos que ser capaces de dar en la clave, de encontrar el equilibrio entre longitud y originalidad, entre un contenido de rápida asimilación y un contenido lo suficientemente interesante como para mantener la atención en un entorno tan complejo como es el digital.

Las audiencias digitales no quieren informaciones comerciales, ni banners promocionales. Si queremos llegar a nuestra audiencia debemos aportarles contenido con el que puedan conectar, que sea lo suficientemente extenso como para poder contar una historia y que tenga esa pizca de creatividad y sorpresa que haga que dicha comunicación permanezca en su recuerdo. Aquí entrará en juego el storytelling, como la capacidad de contar historias y de trasladar mensajes de forma efectiva, para que aquello que queremos contar resuene en el receptor.

Posverdad, deep fakes y fake news

Los profesionales de la comunicación tendremos que navegar en entornos digitales plagados de argumentos que buscan distorsionar realidades (posverdad), agudizar nuestro criterio para descartar deep fakes, y luchar contra más fake news que nunca (donde cobrará mucha importancia tener un buen plan de comunicación de crisis y gestión de la reputación).

Muy recientemente, en la red social de Musk, se hacían virales cientos de imágenes generadas con su propia IA con tecnología de lenguaje natural, Grok. Estas imágenes, altamente realistas, dejaban ver al usuario grotescas situaciones aparentemente realistas, que fácilmente podrían confundir al usuario. El propio Musk la califica como una IA “sin censura”.

Hipersegmentación de audiencias e hiperpersonalización de mensajes

Dos tendencias que, inevitablemente, van de la mano. La segmentación, entendida como la división en subgrupos de los usuarios o audiencias teniendo en cuenta características, gustos y comportamientos específicos, irá unido a una personalización profunda de informaciones destinadas a dichos subgrupos. La adopción y aplicación de la IA, como hablábamos anteriormente, facilitará todos estos procesos.

Comunicación transmedia y multidispositivo (a lo grande)

Debemos contar historias extensibles a múltiples plataformas y medios, capaces de involucrar a nuestra audiencia en una experiencia casi inmersiva. Es decir, tendremos que aplicar una narrativa transmedia.

Este 2025 comunicaremos para realidad virtual, para los incipientes metaversos; para los que utilizan tablets, smartphones y consolas; para los que solo ven vídeos en plataformas como YouTube, o solo escuchan radio a través de podcasts en Spotify; para los que retransmiten sus partidas en Twitch, y para los que compran en TikTok Live Shopping.

User generated content (UGC) y employee generated content (EGC)

Las marcas ya conocen el poder de los entornos digitales y la infinidad de posibilidades que ofrecen (y ofrecerán) para conectar con sus audiencias y potenciales consumidores. Por ello, sus mensajes en entornos digitales, cada vez más numerosos, ya pasan desapercibidos.

En este contexto, el contenido generado por el usuario será clave en 2025: la experiencia que tenga con el producto o el servicio, su satisfacción, su opinión acerca de los criterios ESG de la marca que consuman… La unilateralidad de la comunicación digital, a la que las marcas se adhirieron durante tiempo, dejó de existir.  Los profesionales de la comunicación tendremos que enfrentarnos a una balanza en la que, desde luego, el UGC tendrá más peso.

La evolución corporativa del UGC está ocurriendo y se llama Employee Generated Content (EGC), y será otro pilar estratégico a tener en cuenta en 2025. La voz de los empleados, embajadores de marca más creíbles, visibles y cercanos… ganará relevancia. Testimonios, behind the scenes, o incluso consejos prácticos creados por empleados, serán una gran herramienta para humanizar las marcas.

Entornos globales

En este punto, las agencias de comunicación locales tendrán una enorme relevancia, especialmente, para compañías internacionales. Será fundamental trabajar con equipos que conozcan de primera mano el terreno sobre el que se va a trabajar, que comprendan las particularidades culturales, políticas y sociales de cada mercado. La personalización de los mensajes en estos entornos globalizados será otra de las claves este 2025 (y en años venideros), sobre todo en un entorno digital.

La IA: Reina del contenido otro año más

Hace apenas un par de años, en 2022 Internet se llenaba de predicciones de tendencias y corrientes del sector que auguraban un futuro marcado por aquel metaverso, aquella evolución de las redes sociales, del marketing digital y de las relaciones sociales que iba a cambiarlo todo.

Como suele ocurrir con frecuencia, estimamos que una tecnología cambiará el panorama sin tener en cuenta, en primer lugar, los posibles costes asociados a la misma. A diferencia de un smartphone al uso, no todo el mundo puede adquirir el material necesario para navegar por el aún incipiente metaverso, limitando así la introducción de esta tecnología (por el momento).

Pero, a diferencia del universo virtual de Zuckerberg, la inteligencia artificial sólo requiere un dispositivo electrónico, como un ordenador o un móvil. El acceso a esta tecnología sí es asequible para gran parte del planeta. Por lo tanto, podemos esperar que la IA no corra el mismo destino.

Por ello, esta tendencia será, casi seguro, un must en los rankings de tendencias del año que viene, del siguiente y de los sucesivos.

Veremos mucha regulación en torno a ella, sobre todo a partir de 2026, que será cuando entren en vigor la mayoría de las normas contempladas en la Ley de inteligencia artificial de la Unión Europea. Y, si no ocurre otro marco regulatorio específico para el control de los deep fakes, nos encontraremos con otra tendencia recurrente.

¿Hay conclusiones? Pues…

2025 será un año clave en el que muchas de las tendencias que hemos comenzado a explorar en los últimos años terminarán de consolidarse. La IA liderará esta transformación, pero no estará exenta de retos regulatorios y de una revisión ética constante. Además, los profesionales de la comunicación deberán adaptarse rápidamente a un panorama donde la personalización, la creatividad, y la autenticidad serán fundamentales para conectar con audiencias infosaturadas, infobesas, infointoxicadas.

Lo que está claro es que la comunicación digital continuará evolucionando y que al comunicador se le exigirá una combinación de habilidades tecnológicas, creativas y humanas cada vez más especializadas.

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