¿Perder calidad a costa de clicks?

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En los últimos años los medios de comunicación han tenido que adaptarse, con mayor o menor éxito, al uso de Internet y las redes sociales como principal plataforma de intercambio de información. La estrepitosa caída de ventas de periódicos en formato de papel y el descenso de la inversión publicitaria por parte de los anunciantes ha provocado un cambio de estrategia de los principales diarios, tomando protagonismo las redacciones digitales y los equipos multidisciplinares que intentan aumentar las visitas a sus respectivas webs y que su contenido se comparta lo más posible en redes sociales.

Esta adaptación al entorno digital y al comportamiento del usuario en redes sociales está trayendo consigo un cambio sustancial en la manera de enfocar las noticias y en la forma de ofrecérsela al lector. Uno de los ejemplos más prototípicos, que podemos ver a diario en redes sociales como Facebook o Twitter, es la difusión de artículos en forma de listados, como «las diez mejores playas para disfrutar este verano» o «cinco cosas que deberías hacer para mantener a tu pareja enamorada». No cabe duda de que se trata de titulares que llaman la atención y que potencialmente generan clicks, pero ¿se está perdiendo calidad a costa de ganar esos clicks?

Medios de comunicación tradicionalmente «serios» están adoptando estrategias como esta, e incluso cayendo en el uso de incorrecciones gramaticales o de sintaxis para llamar la atención en redes sociales. Por otro lado, cada vez tienen lugar con más frecuencia errores por la falta de contraste de fuentes de información, sobre todo en el caso de noticias que se redactan a partir de ciertos tweets. No olvidemos que hace pocos días se le dio credibilidad a dos supuestos tweets de Mariano Rajoy y de Sergio Ramos acerca de la muerte de Robin Williams, tweets que eran montajes puros y duros.

Parece que, de alguna manera, algunos medios están ofreciendo al lector lo que este quiere, sin hacer una criba adecuada de contenidos y descuidando un poco la calidad. ¿Está justificado este tipo de acciones por la pérdida de lectores en papel?

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5 respuestas

  1. Alguien con voz que, or fin, denuncia desde el mismo ámbito cómo se está destrozando nuestra lengua y la falta de pudor, profesionalidad y simple comprobación de la fuente y la reducción -copiar y pegar, encima mal-

  2. No sólo en los blogs o Internet: la televisión es el gran aliado de buscar la captación de público a costa de reducir el habla por la tabla rasa de la incultura. La aniquilación de las formas verbales imperativas, el ridiculizar no solamente el habla culta, sino también el habla que no es inculta; como banalizar la profundidad de caracteres, conversaciones e ideas -eliminar la cultura y la política para igualarnos bajo la línea del vacío, una dictadura de los mediocres, oficiales de la anulación, del régimen político de lo ‘práctico sin sentido o sustancia’ en el que manipular y reducir el lenguaje es parte fundamental en el objetivo último de idiotizar a la mayoría -con eso de ‘dar lo que la audiencia pide’-, de por sí ésta rozando el analfabetismo funcional.

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