Internet, las herramientas de búsqueda y, sobre todo, las redes sociales han revolucionado el mundo del periodismo. Nadie lo pone en duda, tal como ha quedado reflejado en las Perspectivas de Comunicación 2012. Por un lado, las técnicas SEO han entrado en las redacciones para quedarse y asegurar a los contenidos larga vida en Google y en otros buscadores (que también los hay, aunque no lo parezca). Por otro lado, las redes sociales y plataformas de microblogging se han convertido en una valiosa fuente de información para periodistas y medios de comunicación.
Twitter, Facebook y Youtube han alcanzado tal protagonismo que a veces parece que cuentan con sección propia en algunos espacios televisivos o radiofónicos. Empieza a ser habitual escuchar noticias en el telediario o leer en informaciones que citan trending topics y hashtags como fuente de información legítima para respaldar su información; incluso en algunos casos se citan comentarios en twitter entre los primeros párrafos, privilegiándolos por encima de otros expertos consultados. Y es aquí donde me surge la duda ¿A partir de cuántos tweets o followers la información de ‘las redes’ se vuelve seria y objetiva?
Frases como “inundaron las redes sociales con comentarios…” o “los detractores en las redes sociales…” son ya frecuentes para respaldar la información. No niego que sean opiniones legítimas y es cierto que en muchas ocasiones representan la inquietud de las mayorías, pero en otras resulta simplemente el argumento ideal para respaldar la posición del medio que publica. En otros tiempos se decía: “no dejes que la realidad te arruine un buen titular” y ahora, en cambio, podríamos decir: “si la realidad es contraria a tu buen titular, tranquilo, siempre habrá algún tweet que te respalde”.
Porque para gustos los colores y de todo hay en la viña de Twitter y Facebook. En todo caso, si no lo hubiera siempre podrás crearlo tu mismo.
Mención aparte merecen las noticias de reacciones en twitter. Las declaraciones que antes se conseguían principalmente en la calle, ahora se pueden encontrar en los perfiles oficiales de políticos, famosos y empresarios. En este caso, nunca está de más atender a unos sencillos consejos para verificar la información antes de dar las noticias por ciertas.
Las redes sociales e internet representan una gran oportunidad para el periodismo del siglo XXI. Los recursos parecen infinitos y las posibilidades de investigación o de descubrir historias se multiplican exponencialmente, pero no debemos olvidar que tanto el buen periodismo de ayer como el de hoy debe caracterizarse por ser riguroso en sus informaciones.
Consultora
Silvia Albert in company
2 respuestas
Una de las cosas que más me ha llamado la atención de las redes sociales la mencionas en este post. Es el hecho de que muchas personalidades, incluso autoridades, han optado por el Twitter o Facebook para hacer anuncios. Si bien esto constituye gran avance para continuar democratizando la información, también es cierto que representa un riesgo para el periodismo. Riesgo en el sentido de que muchas de estas personas podrían pasar días y hasta semana escondiéndose de la prensa para únicamente “declarar” por Twitter, sin dar más detalles ni explicaciones sobre determinados asuntos. La señal está siendo muy clara: “Si quieren saber lo que opino esperen mi próximo tuit”. Si ya de por sí era una labor cuesta arriba poder concretar una entrevista a lograr un “canutazo”, ahora podría ser aún más complicado.
Hola, Rebeca.
Efectivamente, un riesgo que entrañan las redes sociales es la declaración sin contexto. Las reacciones y respuestas simplificadas a 140 caracteres no pueden sustituir a una comparecencia o una explicación. Es triste además si consideramos que hoy en día abundan las ruedas de prensa que no admiten preguntas.
Muchas gracias por tu comentario.
saludos,
Valeria