Se nos escapa un año más entre las manos. Decir que ha sido intenso o desafiante es un tanto repetitivo porque venimos viviéndolo sin pausa desde que empezamos la aventura consultiva allá por 1999.
Nos acercamos al fin de año con ganas de descanso, pero también con satisfacción por los objetivos cumplidos, las batallas ganadas y el amor repartido. Hemos podido, un año más, contagiar comunicación.
Sueña extraño hablar de inoculaciones tras la experiencia vivida. Este blog es un claro ejemplo de centro de contagio porque, a través de él, durante 12 meses, 52 semanas, hemos acudido prestos a nuestra cita en la que confiamos haya sido fructífera.
Con las baterías ya en reserva, nos queda fuelle para desearos que paséis unas felices fiestas, una Navidad a medida y que entremos al nuevo año con el convencimiento, no podría ser de otra manera, de que comunicar es poder.