La comunicación no verbal juega un papel fundamental en todas nuestras interacciones diarias, especialmente al hablar en público, y no es la primera vez que hablamos de ello en este blog. Los gestos son una parte fundamental de este lenguaje silencioso y pueden reforzar o socavar nuestro mensaje. Por ello queremos ahondar en la importancia de lo no verbal, las buenas prácticas que podemos adoptar y los errores más comunes que debemos evitar para mejorar nuestra comunicación todo lo posible.
La importancia de los gestos en la comunicación no verbal
Los gestos son los movimientos corporales, especialmente de las manos, brazos y cabeza, que acompañan el discurso verbal y transmiten mensajes o emociones sin necesidad de palabras, ayudando a transmitir significados. Según numerosas fuentes, hasta un 70% de la comunicación se transmite a través de señales no verbales, por eso son fundamentales para complementar, reforzar o modificar lo que queremos transmitir con palabras.
Cómo reforzar el mensaje con tus gestos
Para reforzar el mensaje con gestos debes asegurarte de que tus movimientos sean coherentes con lo que estás diciendo. Los gestos siempre deben complementar tus palabras y agregar claridad o énfasis, nunca distraer o confundir. Veamos cómo podemos usarlos de manera efectiva para mejorar nuestra comunicación:
Usa gestos naturales
No exageres ni fuerces los movimientos. Los gestos deben ser una extensión de tu personalidad y fluir de manera espontánea y natural para no parecer artificiales.
Acompaña tus palabras clave y enfoca con claridad
Cuando quieras destacar una idea importante, haz un gesto que la subraye o utiliza gestos que ayude a ilustrar lo que quieres transmitir. Por ejemplo, levanta un dedo al enumerar un punto clave; o al enumerar ideas, usa los dedos para contar.
Sé congruente
Asegúrate de que tus gestos coincidan con el tono y el contenido de tu mensaje. Si hablas de algo positivo, tus gestos deben ser abiertos y amigables. Por el contrario, si hablas de algo negativo, los gestos deben reflejar el tono y la gravedad del tema sin parecer excesivamente dramáticos.
Controla la velocidad y amplitud
Mantén movimientos que no sean ni demasiado rápidos ni muy amplios, ya que podrían distraer al público o indicar nerviosismo.
Evita gestos repetitivos o innecesarios
No repitas el mismo gesto muchas veces ni uses gestos irrelevantes que no aporten al mensaje.
Mantén el contacto visual con toda la audiencia
Mirar a diferentes partes de la audiencia mientras hablas no solo crea una conexión, sino que también permite que tu mensaje resuene mejor.
Preparar un guión visual
Si es posible, haz previamente un guión visual que incluya los gestos que planeas usar en diferentes momentos de tu presentación. Esto puede ayudarte a recordar qué gestos son apropiados en cada momento.
Algunos ejemplos de buen uso de los gestos
1. Mirar a los ojos de tu interlocutor mientras sonríes ligeramente demuestra interés, cercanía y amabilidad. Este gesto fortalece el vínculo y hace que tu mensaje sea más cálido.
2. Mantener las manos abiertas y a la vista transmite honestidad y apertura. Es un gesto que invita a la confianza y a la transparencia.
3. Señalar con toda la mano, en lugar de apuntar con el dedo, es más respetuoso y amigable, evitando que el gesto se perciba como agresivo.
4. Levantar el pulgar hacia arriba. Este gesto es universalmente reconocido como una señal de aprobación o de que algo está bien. Te ayuda a reforzar un mensaje positivo.
5. Usar las manos para indicar el tamaño de algo (grande o pequeño) ayuda a visualizar mejor lo que estás explicando y da más claridad a tu mensaje.
6. Llevar la mano al corazón. Este gesto expresa sinceridad, empatía o gratitud. Refuerza la idea de que lo que estás diciendo proviene de una emoción o una intención genuina.
7. Enumerar puntos, levantando los dedos uno a uno, para marcar cada idea refuerza la estructura de tu discurso, ayudando a que la audiencia siga el hilo de la conversación.
8. Mover las manos suavemente para acompañar el discurso ayuda a enfatizar ideas y a dar fluidez a tu discurso sin distraer. Da la sensación de que estás en control y conectado con lo que dices.
Errores más comunes a evitar para mejorar tu comunicación no verbal
Para mejorar nuestra comunicación no verbal al hablar en público, es fundamental ser conscientes de los gestos que debemos evitar, por eso vamos a hablar ahora de los errores más comunes que pueden debilitar o malinterpretar el mensaje que intentas transmitir. Gestos incongruentes, gesticular de manera excesiva o repetitiva o usar gestos inapropiados o cerrados pueden obstaculizar la transmisión del mensaje. Aquí algunos ejemplos:
1. Cruzar los brazos transmite una actitud defensiva, cerrada o de desinterés. En una conversación amistosa o una reunión, este gesto puede hacer que los demás piensen que estás a la defensiva o no estás receptivo.
2. Movimientos excesivos de manos distraen al oyente y hacer que pierda el foco del mensaje, especialmente cuando no están alineados con el contenido verbal. Indican nerviosismo o falta de control sobre lo que estás diciendo.
3. No hacer contacto visual o evitarlo genera desconfianza, inseguridad o incluso indiferencia, provocará que la otra persona sienta que no estás comprometido o sincero.
4. Jugar con objetos o toquetearse muestra nerviosismo o distracción. Este tipo de gestos repetitivos y ansiosos hacen que parezcas inseguro o poco concentrado en la conversación.
5. Poner las manos en los bolsillos sugiere inseguridad, nerviosismo o desinterés. En situaciones profesionales o sociales importantes puede dar la impresión de que te falta confianza o que no estás comprometido con el tema.
6. Señalar con el dedo directamente a alguien parece agresivo, acusador o autoritario. En lugar de señalar a las personas, usa gestos más abiertos con la mano para enfatizar puntos sin ser confrontativo.
7. Cruzarse de piernas de manera tensa y cerrada da una sensación de bloqueo emocional o físico. Este gesto indica incomodidad o rechazo, por lo que es mejor mantener una postura más relajada y abierta.
8. Frotarse la cara o tocarse el cuello constantemente da la impresión de nerviosismo, duda o inseguridad. Especialmente en entrevistas o reuniones importantes, hacer esto con frecuencia puede distraer y proyectar falta de confianza.
9. La ausencia total de gestos hace que parezcas rígido o poco natural. Aunque es importante no exagerar, no hacer ningún gesto puede hacer que tu comunicación parezca demasiado mecánica o fría.
10. Mirar el reloj o el teléfono mientras hablas con alguien puede mostrar falta de interés o impaciencia. Este gesto transmite que tienes prisa o que lo que está diciendo la otra persona no es importante para ti.
La práctica es crucial para lograr mejorar tu comunicación no verbal
Empezar por una buena formación de portavoces es clave, pero no será suficiente. Luego llega el turno de practicar, practicar y practicar. Grabar tus presentaciones o intervenciones en público y observar tus gestos, te permitirá identificar áreas de mejora. Además, el feedback de tus compañeros también podrá ayudarte a identificar puntos de mejora.
Por último, es importante que no olvides tener confianza en ti mismo/a y visualizar el éxito. Antes de tu presentación, imagina cómo te gustaría que se desarrollará eso te ayudará a aumentar tu confianza y hacerlo mucho mejor.
Concluyendo
Nuestros gestos son, sin duda, una poderosa herramienta en nuestro lenguaje no verbal y su buen uso puede mejorar significativamente nuestra comunicación al hablar en público. Al ser conscientes de los errores más comunes que debemos evitar y practicar algunos gestos que nos ayuden a reforzar nuestro mensaje, nos ayudará a convertirnos en comunicadores más efectivos y mucho más cautivadores para nuestro público. La clave está en la autenticidad; tus gestos deben reflejar quién eres y lo que sientes sobre el tema del que estás hablando. Con práctica y atención, podrás conectar mejor con tu audiencia y hacer que tu mensaje resuene de manera mucho más efectiva. ¡A por ello! Y si necesitas ayuda para ello, aquí estamos.