Es obvio que no todas las empresas buscan lo mismo cuando deciden contratar a un responsable de comunicación. Algunas, todavía, creen que con un perfil técnico y con una buena agenda de contactos en los medios lo tiene resuelto. Otras, muchas en mi opinión, no tienen ni idea de lo que necesitan, no han definido con claridad una descripción concreta de sus tareas y responsabilidades y lo que es peor, no saben dónde ubicarle en el organigrama; dependiendo de marketing, quizá de RRHH, en muy pocos casos, de la dirección general.
En nuestra humilde opinión y tras años de experiencia, las empresas necesitan auténticos expertos en comunicación con habilidades directivas consolidadas, capaces de entender bien la organización, su core business, con habilidades para liderar, tomar decisiones, con autoridad e influencia y con la creatividad suficiente para adaptarse a la innovación que nos exige estos tiempos líquidos. Esta semana El País publicaba una crónica resumen de un evento sobre el impacto en el empleo de la transformación digital de las empresas con conclusiones demoledoras: “Las empresas que lideran la cuarta revolución industrial piden talento inexistente en el mercado”. Junto a la experiencia y formación en comunicación, las habilidades directivas y las competencias digitales abren un nuevo entorno de posibilidades para los profesionales de la comunicación en las empresas. Falta saber si la universidad, las escuelas de negocio y las propias empresas están dispuestas a apostar por dar un salto hacia un futuro que ya es presente.
Un comentario