Entrevistas en directo: cinco claves para salir airosos de un “canutazo”

Entrevistas en directo: cinco claves para salir airosos de un «canutazo»

Agencia comma

Hasta en los programas más light de la televisión, no meter la pata es obligatorio. Nunca se debe bajar la guardia ya que es fácil venirse arriba en una entrevista en directo o en un «canutazo». Podemos cometer errores que nos conviertan en carne de meme o en trending topic por ofender los sentimientos de un país, de una afición o de cualquier otro grupo humano.

Incluso en los momentos más relajados, debemos tener una mínima formación sobre cómo responder bien. Obviamente, haber preparado antes un documento de Q&A ayuda, pero nadie puede imaginar todas las preguntas posibles. De ahí que entrenar el “cómo” contestar es importante.

Un ejemplo de lo que digo me lo brindó recientemente el Profesor de la serie La casa de papel, el actor Álvaro Morte. Durante una gira de promoción en Argentina, fue entrevistado por una periodista en un programa en directo. Nada más ver la entrevista, me dije: o este actor es más inteligente aún que su personaje en la ficción y lo tiene todo planificado al milímetro, o lo han preparado bien para salir airoso de este tipo de entrevistas en la televisión. Me quedaré con la duda.

 

Rasgos del buen portavoz

Vamos a ver por qué esta entrevista, de puro entretenimiento, algo trivial y comercial, me gusta para los futuros portavoces. Las preguntas de la entrevistadora tenían potencial para que cualquier incauto pueda liarla parda. Todas las preguntas (y todos los incautos) tienen ese potencial. ¿Qué vimos en la entrevista? O dicho de otro modo, ¿por qué no hemos visto esta entrevista convertida en un viral sobre cómo un actor se mete en problemas? Destacamos estas cinco cualidades que deberían acompañar a cualquier buen portavoz:

  • Asertividad: insisto mucho en esto cuando una organización tiene que nombrar portavoz. Una persona asertiva es un buen candidato a la portavocía. No dice nada que no quiere decir, pero sin agresividad ni negación. En la entrevista al actor de La casa de papel, el entrevistado evita pronunciarse sobre aquello que podría ser problemático, y se dedica a contar cosas entretenidas y experiencias personales, con humor y empatía.
  • Humildad: reconoce que el verdadero talento es el del creador de la serie, Alex Pina. Cuando le preguntan cómo será la próxima temporada, contesta algo así: “Eso me gustaría saber a mí, me gustarían muchas cosas, pero seguro que lo que nos presente Alex Pina es mucho mejor de lo que podría imaginar yo».
  • Sinceridad: preguntado por si conoce Argentina, el hombre reconoce que no, pero que en cuanto se libere del mucho trabajo que tiene ahora, la visitará. No pasa nada por no conocer algo. No mientas. Sé sincero. Y muestra tu interés por aquello que desconoces porque para otros eso es importante.
  • Autoconfianza: sin autocomplacencia. Sin resultar petulante, el actor se reconoce a sí mismo trabajador y concienzudo. En una entrevista de trabajo, la respuesta habría sido muy buena. Preguntado acerca de qué rasgos de su personaje (el Profesor) comparte con él, Álvaro Morte contesta: “La parte del trabajo duro. El Profesor es inteligente pero lo importante es todo lo que ha trabajado para concebir ese plan, y a mí también me gusta trabajar en los proyectos de forma así de concienzuda”.
  • Elegancia: Qué es más elegante, ¿mostrar lo mucho que sabes de la escena argentina mencionando a tus actores favoritos, o evitar mencionar a ninguno y subrayar globalmente el talento argentino en los escenarios y platós? La periodista pregunta a Álvaro si recordaba algún nombre de actor o actriz argentinos, y contesta: “No sería elegante señalar a uno solo, pero podría estar horas hablando del talento de los actores, guionistas y directores argentinos”. Puede que no recordara en ese momento ningún nombre, o incluso que desconociera por completo la escena argentina, pero lo cierto es que, con su respuesta, ha quedado divinamente. Mejor que si le hubieran venido diez nombres a la boca.

Que el entrevistado sea un actor y esté familiarizado con las cámaras, y que incluso hasta cierto punto pueda estar interpretándose a sí mismo como personaje, ayuda mucho. Pero un CEO, un presidente o un portavoz de cualquier organización también debe tener algo de actor: debe saber hacer suyas las palabras de otro (la organización, el consejo de administración, etc.) y debe estar familiarizado con hablar en público, y con las cámaras y micrófonos delante. Es algo que va en el cargo, y en el sueldo.

Sin estas cualidades, esta entrevista hasta cierto punto banal podría haber sido una catástrofe de la que el actor se hubiera arrepentido. Podría haber cosechado rechazo y críticas en un país en el que estaba de promoción. Esas cualidades pueden tenerse por educación o nacimiento, pero el entrenamiento regular las potencia.

Os dejamos un vídeo sobre cómo entendemos en Silvia Albert in company la formación de portavoces. Trabajamos con quienes tienen que hablar en nombre de sus organizaciones, de forma que no sólo eviten errores sino que logren trasladar el mensaje que desean. Para que, si dan un titular, ese titular sea el que quieren dar.

 

 

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