La comunicación no verbal nos ayuda a expresar lo que realmente queremos decir, nos permite conectar mejor con los demás y establecer relaciones más sólidas y gratificantes. Si aspiramos en convertirnos en mejores comunicadores, es importante que seamos sensibles no sólo al lenguaje corporal y a las señales no verbales de los demás, sino también a las nuestras propias.
Qué es la comunicación no verbal
La comunicación no verbal, también llamada lenguaje corporal, es el proceso de enviar y recibir mensajes sin utilizar palabras, ya sean habladas o escritas. Al igual que algunos signos ortográficos son útiles para enfatizar el lenguaje escrito, el comportamiento no verbal puede enfatizar partes de un mensaje verbal.
Se considera que en una comunicación cara a cara, el comportamiento no verbal representa un importante porcentaje de la información que transmitimos, frente al resto que se corresponde con la comunicación verbal: de ahí la importancia de tener en cuenta la comunicación no verbal. En cualquier caso, más adelante revisaremos algunos mitos sobre el peso de la conducta no verbal en la comunicación.
No debemos confundir la comunicación no verbal con la comunicación no hablada (oral), ya que existen formas de comunicación no verbales, como la escrita o las lenguas de signos, que tampoco son orales.
Orígenes de la comunicación no verbal
El término comunicación no verbal fue introducido en 1956 por el psiquiatra Jurgen Ruesch y el autor Weldon Kees en el libro «Nonverbal Communication: Notes on the Visual Perception of Human Relations«.
Sin embargo, la conducta no verbal ha sido reconocida desde hace siglos como un aspecto fundamental de la comunicación. Un ejemplo podemos encontrarlo en «The Advancement of Learning» (1605), obra en la que Francis Bacon observó que «los lineamientos del cuerpo revelan la disposición e inclinación de la mente en general, pero los movimientos del semblante y de las partes no sólo lo hacen, sino que revelan además el humor y el estado actual de la mente y la voluntad».
También es importante recordar la influencia de trabajos publicados por Charles Darwin en 1872, titulados “La expresión de las emociones en el hombre y en los animales” y la figura de Paul Ekman, el investigador más conocido en el campo del comportamiento no verbal, sobre todo en lo referido a las expresiones faciales de las emociones.
Este mismo autor establece junto a Wallace Friesen tres tipos de actos no verbales:
Actos no verbales
- Origen: fisiológico o a través de nuestro entorno social.
- Usos: el lenguaje no verbal puede ser usado –o no– para reforzar y aclarar un mensaje verbal.
- Codificación: puede ser arbitraria o icónica.
¿Cuáles son los elementos de la comunicación no verbal?
Expresiones faciales
El rostro humano es capaz de expresar innumerables emociones sin decir una palabra. Y a diferencia de algunas formas de comunicación no verbal, las expresiones faciales de las emociones son universales. Las expresiones faciales de felicidad, tristeza, ira, sorpresa, miedo y asco son las mismas en todas las culturas.
Movimientos corporales y postura
La percepción de las personas sobre nosotros varía en función de la forma en la que nos sentamos, caminamos, nos levantamos o sostenemos la cabeza, ya que el modo en la que nos movemos y comportamos comunica una gran cantidad de información al exterior. Este tipo de comunicación no verbal incluye la postura, el porte, la posición y los movimientos.
Gestos
Los gestos forman parte de nuestra vida cotidiana. Saludamos, señalamos, hacemos señas y utilizamos las manos cuando discutimos o hablamos animadamente, expresándonos con gestos a menudo de forma inconsciente. Sin embargo, el significado de los gestos puede ser muy diferente según la cultura y la región, por lo que es importante tener cuidado para evitar interpretaciones erróneas. Los gestos, movimientos corporales y posturas son estudiadas por la kinésica también conocida como cinésica o quinésica.
Contacto visual
Dado que el sentido visual es dominante para la mayoría de las personas, el contacto visual es un tipo de comunicación no verbal especialmente importante. La forma de mirar a alguien puede comunicar muchas cosas, como interés, afecto, hostilidad o atracción. El contacto visual también es crucial para mantener el flujo de la conversación y para calibrar la respuesta de la otra persona.
El tacto
Nos comunicamos mucho a través del tacto. Piensa en los mensajes que transmiten: un firme apretón de manos, una tímida palmada en el hombro, un cálido abrazo de oso, una palmadita en la espalda que da seguridad, un gesto condescendiente en la cabeza o un apretón controlador en el brazo.
Espacio
¿Alguna vez nos hemos sentido incómodos durante una conversación porque la otra persona estaba demasiado cerca e invadía nuestro espacio? Todos tenemos necesidad de espacio físico, aunque esa necesidad difiere según la cultura, la situación y la cercanía de la relación.
Podemos utilizar el espacio físico para comunicar muchos mensajes no verbales diferentes, como señales de intimidad, agresión, dominio o afecto. A este concepto se le denomina proxémica, que no es otra cosa que la disciplina que estudia la relación espacial entre personas como manifestación social y significante.
Voz
No es sólo lo que decimos, sino cómo lo decimos. Cuando hablamos, los demás «leen» nuestra voz, además de prestar atención a nuestras palabras en un proceso de escucha activa. Se fijan en el tiempo y el ritmo, en el volumen de la voz, en el tono y la inflexión, y en los sonidos que transmiten comprensión y asentimiento. Pensemos que el tono de voz puede mostrar sarcasmo, enfado, afecto o confianza.
Aquí entra en juego la paralingüística, ciencia que estudia elementos como la intensidad o volumen de la voz; la velocidad de emisión de los enunciados; el tono, variantes y matices de la entonación y duración silábica o el volumen.
¿Qué roles y funciones juega el comportamiento no verbal?
- Repetición: la comunicación no verbal refuerza el mensaje que emitimos verbalmente.
- Contradicción: nuestra conducta no verbal puede contradecir el mensaje que intentamos transmitir, indicando así al oyente que, en ciertos casos, quizá no estemos diciendo la verdad.
- Sustitución: la comunicación no verbal puede sustituir a un mensaje verbal. Por ejemplo, nuestra expresión facial suele transmitir un mensaje mucho más vívido que las palabras.
- Complemento: puede añadir o complementar su mensaje verbal. Como jefe, si además de elogiar a un empleado le damos una palmadita en la espalda, puede aumentar el impacto de nuestro mensaje.
- Acentuar: puede acentuar o subrayar un mensaje verbal. Golpear la mesa, por ejemplo, puede subrayar la importancia de su mensaje.
Ejemplos de la importancia de la comunicación no verbal
Hoy en día es indudable la importancia de la conducta no verbal en el contexto de la comunicación, y podemos encontrar numeroso ejemplos:
Una buena alternativa es echar un vistazo a este vídeo de Sonia El Hakim, docente en Comportamiento No Verbal en diferentes universidades e instituciones y para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en TEDxRuzafa. En el mismo se hace un interesante y divertido repaso de la relevancia que tiene nuestra conducta no verbal en situaciones cotidianas.
En este otro vídeo, el psicólogo e investigador David Matsumoto describe la importancia de la comunicación no verbal y en qué consisten las «microexpresiones» y los «gestos emblemáticos», como lenguaje universal, sugiriendo que la comunicación no verbal se aprende casi de forma innata y se convierte en una herramienta educativa para favorecer el aprendizaje.
Matsumoto es psicólogo y profesor de Psicología en la Universidad Estatal de San Francisco, y fundador y director de el Laboratorio de Investigación en Cultura y Emociones, que estudia el papel de la cultura, la emoción, la interacción social y la comunicación del ser humano.
Por último, en este vídeo de Sinapsis-Lab, consultora especializada en la mejora de los resultados de venta, capacidad de influencia y liderazgo, hace un repaso sobre la comunicación no verbal de Barack Obama en un discurso de la convención del Partido Demócrata en Boston en el año 2004, cuando era senador y todavía no tan conocido.
Comunicación no verbal y política
De la misma manera que en cualquier otro ámbito, los comportamientos no verbales son clave en la comunicación política. De hecho es bastante habitual que cuando ha tenido lugar un debate electoral, algunos expertos hagan en televisión un análisis del lenguaje no verbal empleado por los participantes, y extraer algunas conclusiones sobre el mensaje que nos han querido (o intentado) transmitir.
A este respecto, muestra compañera Cristina Rubio escribía hace algunos años un post sobre el análisis del lenguaje no verbal de los políticos en campaña.
Libros sobre comunicación no verbal
En nuestra librería favorita podemos encontrar numerosas obras acerca de la comunicación no verbal. Estos son algunos ejemplos:
- Mark L. Knapp (1982). La comunicación no verbal: el cuerpo y el entorno. (Editorial Paidós). Se trata de una de las obras clásicas sobre comunicación no verbal, en la que el autor revisa los trabajos más importantes realizados hasta la fecha sobre el tema y ofrece al lector una rigurosa síntesis. En el libro se abordan, entre otros, el papel del contacto táctil en las relaciones interpersonales, la gestualidad en los ritos sexuales, la función de la apariencia en la expresión, la interrelación entre el entorno y la personalidad, la dirección y sentido de las miradas, las expresiones faciales, etc.
- Flora Davis (2010). “La comunicación no verbal”. (Alianza Editorial). La autora no sólo establece un inventario de las técnicas utilizadas por los investigadores de este sector interdisciplinar en el que se cruzan los enfoques psicológicos, antropológicos y etológicos, y de sus logros más importantes, sino que proporciona numerosos ejemplos de cómo este lenguaje silencioso influye en la vida diaria.
- María Calvo del Brío (2021). “Comunicación no verbal para humanos curiosos”. (Editorial Almuzara). La autora recoge en el libro los aprendizajes de su práctica profesional a través de conferencias, charlas, cursos y talleres, transmitiendo esos conceptos con ejemplos concretos aplicados a distintos entornos personales y profesionales: negociación, entrevistas, presentaciones…
Mitos de la comunicación no verbal
Uno de los mitos más extendidos sobre la comunicación no verbal es la afirmación de que las palabras sólo representan el 7% de lo que se comunica en una conversación. El resto consistiría en un 38% del uso de la voz (paralenguaje) y un 55% del lenguaje corporal (comunicación no verbal).
Este mito está incluso respaldado por un estudio específico realizado por el Dr. Albert Mehrabian, profesor de psicología jubilado) de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Pero esas cifras –sospechosamente específicas– proceden de un único estudio, lo que debería bastar por sí solo para hacer dudar de esta afirmación. Además, el estudio trata de una situación muy concreta en la que la gente habla de contenido emocional, y hay una desconexión entre las palabras que utilizan, el tono de voz y el lenguaje corporal.
¿Se puede falsear la comunicación no verbal?
Hay cientos de referencias y páginas web que ofrecen consejos sobre cómo utilizar el lenguaje corporal en beneficio propio. Por ejemplo, pueden enseñarnos a sentarnos de una manera determinada, a juntar los dedos o a dar un apretón de manos para parecer seguros de nosotros mismos.
Pero realmente no es fácil que esos trucos no funcionen, ya que no podemos manipular todas las señales que enviamos constantemente sobre lo que realmente pensamos y sentimos. Y cuanto más lo intentemos, probablemente más antinaturales serán dichas señales.
Sin embargo, eso no significa que no tengamos cierto control sobre nuestra comunicación verbal. Por ejemplo, si no estamos de acuerdo con lo que dice alguien y queremos establecer una comunicación asertiva, podemos utilizar un lenguaje corporal negativo para rechazar el mensaje de esa persona, como cruzar los brazos, evitar el contacto visual o dar golpecitos con los pies.
Los mentirosos no hacen contacto visual.
Otro de los mitos más habituales sobre la comunicación no verbal es que los mentirosos evitan el contacto visual. Mientras que a algunos mentirosos (especialmente a los niños) les resulta difícil mentir mientras nos miran, otros mentirosos, especialmente los más descarados o habituales, pueden compensar en exceso para «demostrar» que no están mintiendo haciendo demasiado contacto visual y manteniéndolo demasiado tiempo.
Si relacionamos la falta de contacto visual con el engaño, corremos el riesgo de malinterpretar las señales de personas tímidas, introvertidas o procedentes de culturas en las que el contacto visual prolongado se considera grosero o amenazante.
Ejercicios para la comunicación no verbal
Hay numerosos ejercicios que nos permiten entender mejor la comunicación no verbal y usarla de forma adecuada cuando nos comunicamos con los demás:
- Una de las actividades más habituales es sentar a los miembros de un grupo en círculo y una de las personas se queda de pie en ese círculo. A través de la comunicación no verbal, deberá dirigirse a uno de los participantes indicándole quiere sentarse ocupando su sitio.
- Otro ejemplo habitual para ejercitar los comportamientos no verbales es asignar a cada participante una situación que debe describir a los demás usando solamente el lenguaje corporal. Se trata de situaciones sencillas, como la que podría suponer tener prisa y que se haya escapado el autobús.
- La entrevista silenciosa también representa una excelente dinámica para ser conscientes de la importancia de la comunicación no verbal
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