Todo comunica

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Las acciones de nuestras compañías dicen mucho sobre lo que somos. Ser una compañía pequeña tiene algunas peculiaridades que, a veces, te hace cuestionar ciertas situaciones. Pero, en cualquier caso, todo comunica. Me explico.

Cuando una compañía es pequeña, se da por sentado que estás exenta de ciertas prácticas empresariales como la responsabilidad social corporativa, la innovación o la carrera profesional de tus empleados. Se sobreentiende que bastante tenemos con sacar la empresa adelante, sin que nos preguntemos por qué las grandes corporaciones tienen o deberían tener bien definidas estas líneas mientras las pequeñas podemos ‘saltárnoslas’.

Desde que iniciamos la aventura de esta agencia, pensamos que ser pequeños no debería limitar nuestras actuaciones y aspiraciones ni, sobre todo, las acciones que muestran nuestra voluntad de hacer las cosas bien, a lo grande, a pesar de nuestro tamaño. Y sobre todo, ser pequeños no es excusa para ser coherentes con lo que somos y consecuentes con lo que predicamos.

Silvia Albert in Company, entre muchas otras cosas, cuenta con un programa anual de evaluación y análisis de todos los empleados; un programa de retribución variable ligado a resultados, competencias y responsabilidades. Aplicamos medidas de conciliación familiar a medida, aplicamos horarios flexibles, teletrabajamos… Publicamos informes anuales sobre tendencias de comunicación, cuidamos nuestra reputación digital, nos formamos en nuevas formas de comunicar, e innovamos.

Fomentamos el uso racional del agua, el papel y la luz; recientemente hemos renunciado a las botellas y vasos de plástico y fomentamos la racionalización del uso de bolsas y contenedores.

A lo largo de los casi 20 años que llevamos de vida, hemos participado en proyectos de apadrinamiento, patrocinio o acompañamiento de diferentes ONG con múltiples proyectos. Y muchas otras acciones más propias de las grandes corporaciones que de las pequeñas empresas. Pero no nos importa. Queremos hacerlo y creemos en lo que hacemos. Y no lo hacemos para hincharnos como pavos reales ahuecando las plumas para presumir; simplemente creemos que tenemos una responsabilidad con la sociedad en la que nos movemos, seamos grandes o pequeños.

Intentamos, sobre todo, ser coherentes porque todo lo que decimos y hacemos; e incluso lo que callamos también habla sobre nosotros. Porque todo comunica.

La pasada huelga de mujeres, el 8 de marzo, fue secundada por casi la totalidad de la plantilla. Como corresponde por legalidad, el salario de la jornada de huelga es retirado de la nómina de los que la han secundado. La compañía deja de pagar esas horas de trabajo y de cotizar por ellas. En nuestra reunión semanal, días antes de la huelga, llegamos a la conclusión de que habría que dar un paso más. Si la mayor parte de la plantilla apoyaba la huelga, ese gesto debía hacerse más patente y efectivo con las mujeres, especialmente las más vulnerables. Por eso, y de forma unánime, decidimos buscar un proyecto con el que identificarnos y que tuviera relación directa con las mujeres, y al que poder dedicar esa cantidad que no iría a las nóminas.

Un proyecto para mujeres

¡Y lo encontramos! Se trata de Acción Geoda y su trabajo en el área de mujer. Dentro de esta área, nos hemos enamorado del proyecto Nuevas vidas en el Valle Tessaout, en el alto Atlas de Marruecos, una zona económicamente muy deprimida y con condiciones higiénico-sanitarias tremendamente deficientes.

No es nada aventurado decir que la casi total de las embarazadas de este valle no ven un médico durante su embarazo; que paren en sus casas y muchas veces solas; que la tasa de muertes de los bebés y de las madres es elevadísima. Hace unos años, Microsoft donó un ecógrafo portátil con el que los voluntarios y voluntarias acuden a las distintas zonas del valle para atender a las embarazadas en unas paupérrimas caravanas ginecológicas. Además, insisten en la educación de mujeres y hombres en todo el proceso del embarazo y en diversos talleres de atención al parto.

El objetivo ahora es poner en marcha un servicio médico estable en la zona para atender a las mujeres a lo largo de todo el año. Ya tienen los permisos necesarios del gobierno marroquí y el dispensario preparado y equipado. Tan solo les queda tener los recursos para contratar personal que lo atienda de forma permanente, y para ello han abierto un proyecto de crowdfunding al que nos hemos sumado.

No contamos esto en busca de reconocimiento o admiración. Todo lo contrario. Lo contamos porque hay tantas necesidades que cubrir, tantas mujeres en situaciones peores que las peores que podamos vivir en nuestras vidas, que queremos aprovechar este espacio e invitaros a participar con nosotros. Lo contamos porque creemos que este proyecto – como otros miles que existen en estos momentos- lo merece y porque dar un paso más nos hace mejores como personas y como empresa.

Y porque al final, todo comunica. Y, muy especialmente, lo que haces.

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