Hoy nos aventuramos a desentrañar un tema que, cuando abordamos en nuestras formaciones, suscita tantas miradas incrédulas como desconocedoras. No se trata únicamente de un concepto ‘relativamente complejo’, sino de una herramienta infrautilizada que sorprendería a cualquier emprendedor que se adentre en la jungla de los proyectos propios.
Cuando Silvia Albert nos invitó a escribir en este blog, rebuscamos en nuestro arsenal de herramientas, aquellas que, a lo largo de los años, han convertido empresas mediocres en auténticos casos de éxito casi de la noche a la mañana gracias al branding y la comunicación. Entre todas ellas, el territorio creativo brillaba con luz propia.
La esencia de los territorios creativos
Para comenzar de manera poética, podríamos definir el territorio creativo como un espacio donde la imaginación y la estrategia se entrelazan.
El concepto de territorio creativo es una joya técnica y estratégica, una herramienta imprescindible para la construcción y comunicación efectiva de la identidad de una marca, independientemente del sector o tamaño. Un territorio creativo no es simplemente un cúmulo de ideas dispersas, sino un espacio conceptual donde las estrategias y las historias cobran vida, resonando profundamente en ese público que queremos que nos mire.
En términos técnicos, un territorio creativo es un marco teórico que guía el desarrollo comunicativo y, a veces, visual de una marca, asegurando que todos sus esfuerzos se alineen con una visión coherente y resonante. Este marco no solo facilita la consistencia, sino que también permite a la marca diferenciarse en un mercado saturado.
En términos prácticos, el territorio de marca ofrece beneficios económicos y reputacionales que brindan una ventaja competitiva considerable a quienes lo comprenden, explotan y dominan. Sí, se puede elevar a tu empresa a otro nivel y ganar dinero si se utiliza correctamente.
Red Bull: más allá de las bebidas energéticas
Para ilustrar este concepto, comencemos con un ejemplo clásico: Red Bull. Todos conocemos Red Bull. ¿Qué hace Red Bull? Aunque vende bebidas energéticas, ha explotado su territorio de marca en los deportes extremos, convirtiendo este nicho en algo mucho más rentable que su producto principal. Este enfoque no solo ha distanciado a Red Bull de su competencia, sino que ha ‘inspirado’ a otros a emular esta estrategia (MONST… ejem!).
La marca personal en la era digital
Pero no hace falta hablar de gigantes corporativos; esto también se aplica a marcas personales. Los streamers, por ejemplo, han descubierto que generar contenido para entretener no es suficiente; necesitan encontrar un territorio de marca que les permita distanciarse de sus colegas de profesión.
Tomemos el ejemplo del fenómeno digital-mediático Ibai Llanos. El streamer vasco ha encontrado un territorio creativo que le ha abierto nuevas líneas de negocio, generando contratos millonarios. Su marca es blanca, familiar, divertida y adaptable a cualquier tipo de público. Desde presentar una velada de boxeo hasta acompañarte en las uvas de Año Nuevo, Ibai siempre mantiene una personalidad cercana y transparente.
Con esta base, su marca necesitaba una línea que lo hiciera reconocible, un territorio que ninguno de sus competidores hubiera explorado. Las video reacciones, los directos jugando a videojuegos y los viajes por el mundo están tan saturados que casi se asemejan a la televisión convencional, de la que tanto quieren distanciarse.
En este contexto, Ibai explora y encuentra un nicho que le permite seguir dedicándose a lo suyo, pero alejándose de la competencia: organizar eventos con juegos de toda la vida; mundiales de canicas o concursos de globos (el que lo deja caer primero pierde). Estos juegos que disfrutábamos en el patio del colegio o en nuestra habitación en esos ratos de creatividad sin pantallas son los que están creando una seña en la comunicación y el futuro de Ibai.
Esta estrategia dual rescata a la generación millennial, genera contenido único y diferente, y crea una línea comunicativa nueva que no se había explorado en el mundo del streaming. Ibai ha logrado capitalizar la nostalgia de los juegos clásicos mezclándola con la innovación de los eventos en vivo, creando así una combinación ganadora que lo posiciona lejos de la competencia.
La necesidad de un territorio de marca
En conclusión, el territorio de marca no es solo una herramienta más en el arsenal del branding, sino una piedra angular que puede definir el éxito a largo plazo de una marca. Dominar este concepto permite a las marcas actuar de manera coherente y distintiva en cualquier contexto, aprovechando oportunidades que otros no han explorado.
El caso de Red Bull y de Ibai Llanos demuestran cómo el territorio de marca puede transformar no sólo la percepción pública de una marca, sino también su rentabilidad y su capacidad de innovar en un mercado saturado. En resumen, conocer y dominar el territorio de marca es esencial para cualquier estrategia de branding efectiva.
Si se busca situar a una empresa o una marca personal en otro nivel, no subestimar el poder del territorio de marca. Explórarlo, explótarlo y hazlo propio es fundamental. Solo así se podrá alcanzar esa ventaja competitiva que, en última instancia, se traduce en éxito económico y reputacional.