La rapidez, la constante y surrealista evolución en la que todos nos encontramos durante esta pandemia de COVID-19 nos está desafiando, de una manera sin precedentes a las personas y las empresas. Es la primera gran crisis global desde la 2ª guerra mundial y se vislumbra un periodo de grandes cambios sociales y políticos en donde la comunicación, a todos los niveles, resulta fundamental para aportar la claridad que tanto se necesita. Estos son algunos principios que estamos utilizando para ayudar a dar forma a la comunicación de nuestros clientes en este momento.
Comunicación con propósito
En tiempos de incertidumbre se corre el riego de sobre-comunicar, de excederse en la comunicación con todos nuestros públicos. La clave es tener claro por qué estás comunicando y siempre tener un propósito ¿Qué necesitan saber de mi empresa o actividad qué no pueden descubrir de otras fuentes? ¿Cuál es el propósito de mi mensaje?
Comunicación clara, concisa e informativa
El gran volumen de contenido sobre COVID-19 es abrumador y no debemos contribuir al ruido. Si tenemos algo que transmitir relevante, hagámoslo de manera sencilla, con solvencia y precisión y sobre nuestras áreas de especialización tratando siempre de aportar valor.
Valores
Estos son tiempos difíciles para todos y además de proteger nuestros intereses, debemos mostrar comprensión, empatía y apoyo a clientes, proveedores, etc. que, seguramente, atravesarán dificultades de todo tipo. Al igual que con cualquier respuesta de comunicación de crisis, son nuestros valores y el espíritu de la organización quien debe guiar lo que decimos y sobre todo, lo que hacemos. La coherencia siempre ayudará a proteger nuestra reputación.
Proactividad y disponibilidad
Cada empresa trata de hacer lo mejor para su organización y sus stakeholders proponiendo medidas de todo tipo que también deben ser comunicadas. Liderar con propósito y asumir que no tenemos todas las respuestas en esta situación es una buena pauta, sobre todo en la comunicación interna. La clave para administrar esta realidad con solvencia es estar disponible, escuchar a través de todos los canales, reconocer las preocupaciones y dudas y tratar de responder en tiempo y forma.
Oportunidad vs oportunismo
Las crisis plantean grandes riesgos para las empresas, pero también pueden brindar oportunidades. En una situación como la que vivimos, es poco probable que los resultados, la rentabilidad esperada se ajuste a lo que planificamos hace apenas dos meses. Sería insensible y oportunista tratar de sacar rédito de esta situación y algunas empresas que han comenzado a hacerlo, lo pagarán en términos de reputación en el medio plazo. Lo que si podemos hacer es fortalecer las relaciones con todas las partes implicadas en nuestro negocio, demostrar la experiencia y capacidad para empatizar, mostrar el lado humano de la empresa o ser solidario de verdad, empezando con los propios empleados. Finalmente, hay cosas positivas que puede compartir para inspirar esperanza, para levantar el ánimo y tranquilizar a los demás.
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